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Enel ha cerrado, a través de Enel Grids, la venta del 50% de su subsidiaria Gridspertise al fondo internacional de capital privado CVC tras el cumplimiento de todas las condiciones establecidas en el acuerdo firmado el 18 de octubre de 2022, según ha informado la entidad. CVC ha pagado una contraprestación total de aproximadamente 300 millones de euros.
La cantidad abonada es el equivalente a un valor de empresa de 625 millones de euros (sobre una base del 100%). Además, el acuerdo incluye posibles pagos diferidos que podrían llevar el valor de la empresa hasta los 1.000 millones de euros (al 100%).
La transacción global generó un impacto positivo en el EBITDA del grupo Enel de aproximadamente 500 millones de euros, junto con un efecto positivo esperado en la deuda neta consolidada del grupo de alrededor de 300 millones de euros.
Tras la realización de esta operación, Enel y CVC operarán la compañía en un régimen de control conjunto.
La transacción está en línea con el Plan Estratégico vigente del grupo Enel, bajo el modelo Stewardship, que contempla inversiones realizadas con terceros, con el objetivo de sumar nuevas infraestructuras y servicios para acelerar el proceso de electrificación de la demanda energética de los clientes.
Gridspertise es una empresa dedicada a acelerar la transformación digital de las redes eléctricas a través de tecnologías y soluciones de red avanzadas. La compañía ofrece soluciones y servicios de plataforma cloud-edge de extremo a extremo para acelerar la transformación digital de las redes de distribución de electricidad.
Asimismo, ha heredado una importante cartera de propiedad intelectual de más de 430 patentes y combina su experiencia en la digitalización de la red con soluciones de vanguardia de socios tecnológicos líderes para hacer frente a las necesidades cambiantes del mercado.
La entidad tiene su sede en Italia y cuenta con oficinas en España, Brasil, India y Estados Unidos. Los mercados objetivo incluyen Europa, América Latina y América del Norte, y se están expandiendo hacia Asia-Pacífico y África, donde la inversión en redes inteligentes impulsará proyectos de actualización de infraestructura en un futuro próximo.
