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Los inversores no dan tregua a Ence. La firma papelera y energética ha marcado mínimos no vistos desde octubre de 2017 este martes golpeada por los peores resultados en su negocio principal, la celulosa, y la incertidumbre sobre si mantendrá o no la concesión del terreno donde se emplaza su planta en Pontevedra. En la sesión de este miércoles la situación no mejora: se deja más de un 4,4%, hasta los 4,21 euros por acción.
Para los analistas los resultados del primer trimestre del año han sido "débiles". "Si bien esperábamos unos resultados flojos, han estado por debajo de lo esperado en márgenes", indican los analistas de Banco Sabadell, anticipando una acogida negativa, aunque moderada, en el mercado. El impacto no se ha hecho esperar: Ence abría en caída y se ha dejado más de un 6,6% en la sesión de este martes, hasta los 4,41 euros. Durante la jornada ha llegado a caer hasta los 4,33 euros, un valor que no tocaba desde el último octubre.
El problema de las cifras hasta marzo ha estado en su negocio principal, la celulosa. El beneficio bruto de explotación antes de gastos financieros (Ebitda) de este segmento ha caído un 28% en el primer trimestre, hasta 39 millones. El golpe estaba previsto, pero ha sido superior al que los analistas preveían, impactado por la liquidación de las coberturas de tipo de cambio, por un mayor porcentaje de ventas en el mercado spot fuera de Europa, el incremento del coste de producción y la caída del volumen de ventas frente al aumento de inventarios para preparar la parada programada en la biofábrica de Navia durante el segundo trimestre.
Sin embargo, la buena marcha del negocio energético ha servido para paliar la caída en celulosa. La termosolar de Puertollano incorporada en diciembre ha impulsado casi un 49% el Ebitda del trimestre frente a 2018, hasta los 13 millones. El Ebitda del grupo se sitúa en 52 millones hasta marzo, con un beneficio neto de 17,3 millones, un 17,3% y 41,6% menos respecto al ejercicio anterior.
Aun así, la firma que dirige Ignacio Colmenares mantiene sus buenas perspectivas del mercado de la celulosa para este año, con los precios habiendo tocado ya sus mínimos en China, con lo que prevén cerrar el ejercicio con una meta de Ebitda de 235 millones. Para el negocio de renovables, el objetivo de Ebitda se sitúa en 65 millones.
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"Ence está concentrada en ganar la batalla y mantener la licencia de 65 años en Pontevedra", ha afirmado el presidente y consejero delegado de Ence, Ignacio Colmenares, durante la presentación de los resultados a los analistas. El ejecutivo ha recordado que la reciente decisión de la Audiencia Nacional de seguir adelante con el proceso iniciado por el Concello de Pontevedra ha sido "la primera victoria" para la compañía y que ahora toca tener paciencia y dejar que las causas sigan su curso en tribunales.
Según Colmenares, el fallo de la Audiencia podría llegar en Navidad. Y si no es favorable para Ence, "se recurrirá" hasta agotar las vías judiciales, ha insistido. Pero el proceso es largo, "puede durar entre cuatro y cinco años". Mientras, la compañía ya ha desviado la inversión prevista para Galicia a su planta asturiana en Navia.
Además, el ejecutivo ha reiterado que "no hay alternativa" en esa región de España para una planta como la que tienen en Pontevedra, "por eso estamos centrando nuestros esfuerzos en la batalla legal".
Por otro lado, ha señalado que la compañía tiene también en pausa las inversiones sociales destinadas a la operación pontevedresa. Por un lado, los compromisos de impacto medioambiental ligados a la prórroga de la concesión firmada en 2016 (que ascienden a 21 millones) están suspendidos a causa de los recursos que se libran en la Audiencia. Por otro, la compañía tiene una partida de gastos para programas sociales en la localidad y "se han congelado hasta que tengamos más claridad sobre el futuro de la operación".