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Desde que 'saltara la liebre' de la competencia que supone para Grifols la tecnología anti-FcRn, la compañía ha vivido su propio vía crucis. A finales de agosto Barclays puso el foco en este asunto, advirtiendo del impacto potencial en las ventas de inmunoglobulina de Grifols, y precisamente desde finales de agosto -cuando marcó un máximo en 26,12 euros- Grifols sufre una racha bajista que persiste y que le lleva a perder, de momento, un 16%.
En una actuación poco habitual, la farmacéutica ha decidido pronunciarse para tratar de frenar esta 'sangría bursátil' y esta avalancha de advertencias de bancos (algunas de las cuales han incluido rebajas en sus valoraciones). Lo hizo el pasado 3 de octubre en respuesta a un recorte de UBS, una rebaja que la entidad suiza justificó igualmente por esta amenaza que suponen los inhibidores FcRn para Grifols. Entonces, la compañía quiso aclarar que el impacto de esta tecnología "sería mínimo". "En el caso de que quede demostrada su eficacia, los FcRn sólo serían indicados para un pequeño número de enfermedades y pacientes", explicó.
Pero las explicaciones no han servicio de mucho porque la semilla de la duda ya se ha plantado y la han sembrado, además, seis grandes firmas de inversión que, de forma prácticamente consecutiva, han avisado de lo que está por venir en Grifols.
BARCLAYS, BERENBERG, CITI, MORGAN, UBS Y DEUTSCHE BANK
Después de Barclays, que no tocó su consejo de Grifols ('sobreponderar', con precio objetivo de 29 euros) pero que alertó de los "temores en la acción ante el potencial impacto de la tecnología emergente anti-FcRn", llegó Berenberg. A mediados de septiembre, estos analistas recortaban su valoración sobre la compañía (hasta 28,30 euros para las acciones de clase A y hasta 24,05 euros para las de clase B) e igualmente avisaban de que los anticuerpos anti-FcRn suponen una amenaza creíble para las ventas de inmunoglobulina intravenosa de Grifols".
A finales de septiembre, Citi reiteraba 'comprar' Grifols y también su precio objetivo de 31 euros, pero advertía de un año 2019 movido en el ámbito de la tecnología FcRn, lo que contribuirá a "reavivar las preocupaciones respecto a la amenaza" que supone para Grifols.
A principios de octubre, Morgan Stanley trasladó esta amenaza a su valoración de los ADR de Grifols cotizados en Wall Street, rebajando su valoración hasta los 20 dólares. Dos días después, UBS se desmarcaba con una afirmación aún más lapidaria sobre la nueva tecnología anti-FcRn (señaló que amenaza al 20% de las ventas de Grifols) y daba el golpe de gracia a farmacéutica con un recorte drástico de su valoración (hasta 'vender', con un nuevo precio objetivo de 18 euros desde los 25 anteriores. Es decir, por debajo del precio actual de cotización).
Tras UBS, Deutsche Bank se ha posicionado esta misma semana en la misma línea que el resto de las grandes firmas anteriores, y lo ha hecho obviando las 'protestas' de la farmacéutica. El banco alemán recortó este lunes el precio de Grifols hasta los 23 euros desde los 25 euros al tiempo que reiteró su consejo de 'mantener'. La entidad afirmó que, aunque el uso de la tecnología anti-FcRn sólo amenace una proporción relativamente pequeña del negocio de Grifols, "no deja de ser un recordatorio de la exposición de la compañía a la innovación de las terapias derivadas del plasma".
Con todo, el precio objetivo medio que otorgan actualmente los analistas a Grifols, en 27,11 euros, sigue más de un 20% por encima de su precio actual de cotización, según recoge FactSet. Además, la mayoría de los expertos siguen confiando en la empresa: un 44% aconseja 'comprar', un 50% recomienda mantener y un 6%, 'vender'.