Ren Zhengfei, el multimillonario fundador de Huawei, ha roto su silencio para desestimar las acusaciones estadounidenses de que el gigante de las telecomunicaciones ayuda a Pekín a espiar a los gobiernos occidentales y alabar a Donald Trump en medio de la crisis diplomática provocada por la detención en Canadá de su hija y ejecutiva del gigante tecnológico, Meng Wanzhou, a petición de Washington .
Ren negó las sugerencias de que Huawei ayude al Gobierno chino en el espionaje y dijo que no tiene contacto regular con Pekín en un momento en que su imperio tecnológico se enfrenta a su mayor crisis en sus tres décadas de existencia.
También se refirió a Donald Trump, al que calificó como “un gran presidente” y dijo que tomará una actitud expectante respecto a si el líder de EEUU intervendrá en nombre de la directora de finanzas de Huawei, Meng Wanzhou. Meng, la hija mayor de Ren, se encuentra en Canadá y se enfrenta a la extradición a EEUU por supuestamente ayudar a defraudar a los bancos para transgredir las sanciones contra Irán.
La aparición del ejecutivo, que habló por última vez con los medios extranjeros en 2015, pone de manifiesto la envergadura de los ataques a Huawei, el mayor símbolo del poder tecnológico de China, que va en aumento. La detención de Meng ayudó a cristalizar los temores sobre su influencia en ascenso en áreas que van desde infraestructura inalámbrica de vanguardia y semiconductores hasta dispositivos para el consumidor. Washington ha convencido desde entonces a una creciente lista de aliados a poner a Huawei en la lista negra de equipos de red.
Todo esto mientras China y Estados Unidos continúan negociando para alcanzar un acuerdo comercial.