A un mes para que arranque la celebración del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona, las dudas en torno al certamen de este año se han disipado y los responsables del congreso tecnológico, tanto de GSMA como de Fira de Barcelona, encaran con optimismo la recta final de la preparación del evento, que tiene como deberes marcar este 2020 un nuevo récord de asistentes. La meta que se han impuesto está en 110.000 visitantes y parece más fácil de lograr después de la pipa de la paz entre Generalitat y taxistas y de que el consejero delegado de la patronal del sector y, por ende, del Mobile, John Hoffman haya zanjado la polémica sobre la continuidad del evento en la capital catalana abochornando, de paso, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
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Después de que la semana pasada las especulaciones sobre la eventual marcha del salón de nuevas tecnologías corrieran como la pólvora, el matrimonio entre GSMA y la capital catalana ha renovado sus votos. El consejero degenerado de la entidad que funciona como una patronal del sector ha cerrado filas con la ubicación y ha sentenciado que es “mentida” que haya cualquier tipo de negociación con Madrid, como aseguró la presidenta madrileña la semana pasada. "No hay reuniones ni debates ni nada en ningún lugar y eso incluye Madrid", declaraba el miércoles durante presentación del congreso en Fira de Barcelona.
"Llevamos desde 2006 en Barcelona y estaremos en el futuro”, dijo, para después dar un tirón de orejas a los periodistas: “La próxima vez me preguntáis”, les echó en cara, después de tirar de ironía al ser preguntado por el tema bajo debate, que no es otro que el futuro del Mobile. “Está claro, ¿no? iremos a Madrid", expresó con sorna. “No os tenéis que preocupar por el Mobile, pensad en ello, pero no os preocupéis”, pidio el alma mater del salón ante los empresarios barceloneses en otra conferencia este jueves. “Los asistentes no dicen que van al MWC, dicen que van a Barcelona, ¡eso lo dice todo!”, destacó el líder del Mobile,
Después de la contundencia de Hoffman, numerosos sectores han acusado a Díaz Ayuso de alimentar una controversia inexistente y la misma alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha insinuado que la dirigente popular le debe una disculpa. Barcelona tiene atado el Mobile hasta 2023 pero la incertidumbre sobre el destino del evento no es un tema menor cuando las conversaciones para la renovación hasta 2028 están en ciernes. Es probable que la decisión se conozca en 2021 y, además de los resultados de la edición de 2020, el proceso soberanista o las constantes huelgas de transportes se pondrán en la mesa de negociación.
Pero el punto de los problemas de movilidad urbana parece encarrilado también después de que se hayan desconvocado las amenazas de paros y protestas del sector del taxi y de los autobuses de la ciudad condal. Élite Taxi Barcelona ha defendido "dar una tregua" y no llamar a la movilización después de que las administraciones catalanas hayan accedido a satisfacer sus demandas para controlar la actividad de vehículos de alquiler con conductor (VTC).
Además, también se ha desconvocado la huelga de 24 horas durante el MWC de los sindicatos de autobuses de TMB UGT, el SIT y CC.OO. de Catalunya. Según estas fuentes, el paro que se iba a producir entre el 24 y el 27 de febrero, las jornadas del ‘Mobile’, se ha aplazado. Los trabajadores han acordado un tiempo muerto con la dirección de Transports de Barcelona, que depende de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), en la negociación del convenio colectivo.
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En cuanto a posibles manifestaciones por parte de entidades como Tsunami Democràtic o los CDR por la independencia de Cataluña, ninguno de estos colectivos se ha pronunciado al respecto, pero es el único tema que ahora quita el sueño a los organizadores. La última noticia de estos colectivos la dio Tsunami a través de su cuenta de Twitter, el 14 de enero, cuando anunció que “se prepara para una nueva fase de protestas”.
"Si tenemos suerte con el tiempo y no tenemos ningún corte ni ninguna huelga, lo tendríamos todo", aseguraba Carlos Grau, CEO de la Mobile World Capital Barcelona. Otros empresarios, economistas e inversores elevan su voz para pedir que "no nos peguemos un tiro en el pie" y evitemos "boicotear el Mobile" porque "acabará por irse".
Si no es Madrid, que no está en la lista de candidatas, Ámsterdam, Berlín, Milán y París sí podrían ser destinos idóneos para el MWC y para el los 500 millones de euros de impacto económico que deja el certamen. Los organizadores las tienen en su lista de preferidas, junto a Barcelona.
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