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Ercros ha concluido el primer semestre de 2018 con un beneficio de 28,27 millones de euros, un 18% más que en el primer semestre de 2017, y con un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 42,12 millones de euros, un 9,3% más. Respecto a las previsiones avanzadas a mediados de junio, el resultado supera en 1,27 millones de euros la previsión y el EBITDA, en 1,12 millones.
La compañía ha precisado que estos resultados se explican principalmente por el fuerte aumento de los precios de la sosa y los derivados del cloro (hipoclorito sódico y ácido clorhídrico), que están marcando récords históricos y que se deben a la fortaleza de la demanda y la reducción de la capacidad de producción de cloro y sosa experimentada por el sector tras la prohibición de la tecnología de mercurio en Europa a finales de 2017.
Esta circunstancia explica, según Ercros, que las ventas de la compañía en los seis primeros meses del año hayan alcanzado los 334,68 millones de euros, un 1% más que las obtenidas al cierre del primer semestre de 2017.
"Tal como estaba previsto, el ritmo de entrada en funcionamiento de la nueva capacidad de producción de las plantas de cloro-sosa con tecnología de membrana ha comportado para Ercros una reducción transitoria de la producción de estos productos, que se está compensando con la comercialización de sosa externa y la adquisición de productos intermedios (EDC y VCM) para fabricar PVC", explica Ercros.
La menor producción de cloro y la mayor eficiencia de las plantas electrolíticas de membrana están facilitando la consecución de uno de los principales objetivos operativos de Ercros, que es la reducción de su dependencia de la energía eléctrica, añade la compañía. "El menor consumo de electricidad conseguido ha incidido en el importe de los suministros, que se han reducido en 13,46 millones de euros –un 23,3% menos que en el mismo periodo de 2017– a pesar del importante encarecimiento experimentado por la electricidad en lo que va de año. El efecto contrapuesto ha sido la reducción del 35,7% de los ingresos por el servicio de interrumpibilidad del suministro eléctrico y otros servicios que presta Ercros, incluidos en el epígrafe «Prestación de servicios»", continúa apuntando Ercros.
Dentro del capítulo de gastos, la reestructuración del negocio del cloro también ha repercutido en la evolución de los aprovisionamientos –cuyo aumento del 3,8% se debe principalmente al mayor volumen de productos comprados (sosa, EDC, potasas y cloruro sódico)– y en los gastos de personal, que han disminuido en 3,68 millones de euros por la reducción de plantilla y la cancelación de ciertas obligaciones con el personal pasivo. Al 30 de junio de 2018, la plantilla ascendía a 1.302 personas, 90 personas menos que a la misma fecha del ejercicio anterior.
Los gastos totales de Ercros correspondientes al primer semestre del presente ejercicio –que suman 302,15 millones de euros– han experimentado una contracción del 2,9%, superior a la del 1,6% experimentada por los ingresos, lo cual explica la mejora de 3,58 millones experimentada por el EBITDA respecto del mismo periodo del ejercicio anterior.
Las amortizaciones han aumentado un 6,6% por las inversiones puestas en marcha en el marco del Plan Act y sitúan el resultado de explotación (EBIT) en 32,55 millones de euros, cifra un 10,1% superior al obtenido en el mismo período de 2017.
La deuda financiera neta, por su parte, ha disminuido un 1,4%, situándose en 87,98 millones de euros. Durante el primer semestre de 2018, las inversiones ejecutadas han ascendido a 16,49 millones de euros frente a los 20,66 millones de euros invertidos en el primer semestre de 2017, de los cuales 8,75 millones corresponden a inversiones del Plan Act.
SEGUNDA MITAD DEL AÑO
La compañía ha adelantado la previsión para el conjunto de 2018. Ercros ha afirmado que prevé el mantenimiento de las pautas de crecimiento puestas de manifiesto en el primer semestre, si bien ha apuntado que la segunda mitad del año incluye los meses de agosto y diciembre que, por razones estacionales, son periodos de menor actividad.
Según las previsiones del sector, los mercados de la sosa y de otros derivados del cloro seguirán tensos al menos hasta finales de 2020, que es el periodo que se estima que Europa va a necesitar para volver a equilibrar la oferta y la demanda de estos productos, ha señalado la empresa.