Un impuesto a la banca o bien encarecería el crédito, aumentaría las comisiones y rebajaría la remuneración de los depósitos o bien afectaría a la rentabilidad de los bancos. Además, no solucionaría el problema de la inviabilidad del sistema de las pensiones.
El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, ha alertado de este escenario en el caso de que el Gobierno aprobara un impuesto a la banca, como se ha sugerido. “Un impuesto sectorial a la banca probablemente acabaría incrementando el coste de los créditos, bajando la remuneración de los depósitos e incrementando las comisiones, siempre y cuando los mercados pudieran asumir cualquiera de esas medidas, porque la competencia que existe es muy importante. Si no, la rentabilidad de la banca sería menor”, ha explicado Alonso.
Aunque no está claro aún que el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez vaya a gravar a los bancos para intentar incrementar los ingresos de cara a financiar las pensiones, Alonso ha advertido de que un impuesto no serviría para solucionar el problema.
Esta idea va en línea con la defendida por el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, en este mismo curso, pues afirmó que un impuesto a la banca encarecería el crédito. El presidente de la AIReF, José Luis Escrivá, opina lo contrario, pues señaló que no tiene por qué ocurrir.
Para Alonso, además, la solución al problema de las pensiones debe ser global, pues los pagos por pensiones representan más del 12% del Producto Interior Bruto (PIB). “No es aconsejable realizar aproximaciones parciales”, ha advertido. En su opinión, “no parece factible solucionar un problema de esa magnitud acudiendo a una figura impositiva sobre la que no se tiene experiencia”.
MÁS CAPITAL
El Banco de España está preocupado por la rentabilidad de las entidades, pues el retorno sobre recursos propios (ROE, por sus siglas en inglés) está en el 6% de media, mientras que el coste de capital es del 10%. “Si queremos que crezca el crédito, los bancos tienen que tener más capital. Si la rentabilidad de las entidades no mejora, probablemente no se puedan cumplir estos objetivos”, ha advertido.
Alonso ha ido más allá al señalar que “un banco que no gana dinero es un problema, pero un banco que no gana dinero de forma recurrente es un banco no viable”. “Y no queremos volver a tener problema”, ha zanjado.
“Un banco tiene que tener un nivel de rentabilidad suficiente para remunerar a sus accionistas porque si no el accionista desaparecerá y será imposible aumentar capital. Los bancos tienen que procurar ser rentables y si no lo son hay que tomar medidas”, ha señalado el subgobernador, que ha matizado que un hipotético impuesto no tiene que ver en sí mismo con la posible inviabilidad de un banco.
“NO TENGO NINGÚN APEGO AL SILLÓN”
En cuanto a su futuro tras la salida de Luis María Linde, no está claro que Javier Alonso vaya a ceder el sillón que ocupa en el Banco de España. Él mismo explica que “hablar de futuro es algo difícil” y más lo es hacer predicciones, pero en todo caso se marchará cuando la institución lo considere oportuno.
“Llevo 41 años en el Banco de España. Ha sido un honor llegar a subgobernador, pero no le tengo ningún apego al sillón y cuando sea bueno para el Banco de España que me vaya me iré”, ha señalado durante el curso La economía ante el blockchain. Lo que está por venir, que organizan Apie y BBVA estos días en Santander.
Sobre el nuevo gobernador, Pablo Henández de Cos, Alonso ha sido más claro. “Es el mejor candidato que podían haber elegido en este momento”, ha dicho sobre él, del que también ha valorado su “prestigio” en el Banco Central Europeo.