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Imagen de archivo.Oscar Cañas - Europa Press - Archivo

El coronavirus revive la carrera espacial que llevó al astronauta Neil Armstrong a pisar la Luna, aunque con algunos matices. En esta ocasión, Estados Unidos se enfrenta a China, en vez de a la antigua Unión Soviética, y se persigue un objetivo mucho más importante: terminar con una pandemia que ya se ha cobrado la vida de 150.000 personas en todo el mundo.

El baluarte estadounidense es Gilead, una compañía de biotecnología que ha obtenido resultados prometedores con un tratamiento basado en su medicamento antiviral Remdesivir. En el ensayo farmacológico de fase III realizado por la Universidad de Chicago, se descubrió que la mayoría de los pacientes que recibían este tratamiento observaban "recuperaciones rápidas de la fiebre y los síntomas respiratorios" y fueron dados de alta en menos de una semana.

"La mejor noticia es que la mayoría de nuestros pacientes ya han sido dados de alta, lo cual es genial. Solo han fallecido dos pacientes", explicaba la especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Chicago, Kathleen Mullane, en unas declaraciones recogidas este viernes por la publicación de salud 'STAT News'.

Unas horas antes de conocerse este hallazgo, China anunciaba que había aprobado iniciar los ensayos clínicos combinados de fase I y II para dos vacunas contra el Covid-19. Con estos avances, el país asiático amplía sus posibilidades de encontrar una cura, aunque su principal caballo de batalla sigue siendo la investigación que desarrolla el equipo de Chen Wei, una epidemióloga de la Academia China de Ingeniería e investigadora de la Academia Militar de Ciencias Médicas.

Wei concluyó a finales de marzo el ensayo clínico con humanos de su vacuna contra el coronavirus, un mes antes de lo previsto. En esta primera fase, el centenar de voluntarios que han sido inoculado se encuentran en buenas condiciones después de haber finalizado la observación médica. Ahora se inicia una segunda fase, en la que se comprobará con más detalle la seguridad de la vacuna en otros 500 pacientes voluntarios.

EUROPA SIGUE LA ESTELA DE EEUU Y CHINA

Como ocurriese durante la carrera espacial, Europa anda un poco rezagada. Una de las más adelantadas es la farmacéutica alemana CureVac, que espera comenzar este verano los ensayos clínicos de su vacuna basada en la molécula ARNm. Sin embargo, el bioquímico Friedrich von Bohlen, uno de los miembro del consejo de supervisión de la compañía, aseguró al medio germano DW que hasta que sea aprobada puede pasar un año, más o menos.

En España, Grifols y PharmaMar están más centradas en conseguir un tratamiento que en desarrollar una vacuna. La farmacéutica catalana colabora con varios organismos estadounidense, entre los que se encuentra la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), para recoger plasma de pacientes que han superado la enfermedad, con intención de procesarlo y producir inmunoglobulinas.

Por su parte, PharmaMar focaliza sus esfuerzos en su fármaco Aplidin (plitidepsina). A comienzos de abril anunció que estaba realizando un ensayo clínico de fase II, aleatorizado y multicéntrico, para evaluar dos dosis diferentes de plitidepsina en el tratamiento de pacientes con neumonía por Covid. Actualmente este protocolo se encuentra en proceso de evaluación.

El mundo entero se está desviviendo para encontrar la cura del Covid, sin embargo, hay que respetar los plazos de las investigaciones y los expertos consideran que no se dispondrá de una vacuna eficaz hasta dentro de 12 o 18 meses. "Esta es la estimación en el mejor de los casos y supondría que una o dos de las que ya están en desarrollo tuvieran finalmente éxito", apuntaba la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma) a finales de marzo. En cualquier caso, será un tiempo récord.

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