DENPASAR (INDONESIA), 30 (Reuters/EP)
Un cambio en la dirección del viento ha despejado la nube de ceniza volcánica de la isla indonesia de Bali y ha posibilitado que los miles de pasajeros varados allí puedan abandonarla.
Pese a esta ligera mejoría, aún se puede apreciar una columna de humo sobre el volcán Agung, que continua rugiendo.
Las compañías aéreas han operado vuelos adicionales a Bali este jueves para permitir a los miles de turistas, que llevaban varios días varados debido a la erupción de este volcán, regresar a casa.
China Southern Airlines y China Eastern Airlines han enviado aviones para recoger a más de 2.700 turistas chinos de Bali, según la agencia de noticias asiática 'Xinhua'.
Por su parte, Korean Air ha informado del envío de un vuelo chárter y Jetstar ha dicho que llevaría a 3.800 pasajeros en diez vuelos programados y seis vuelos de socorro de regreso a Australia el jueves. Además, ha avisado a los clientes que reservaron su vuelo a Bali hasta el 7 de diciembre para que busquen destinos alternativos.
"Estamos felices de poder irnos ahora", ha dicho David Strand, un turista estadounidense en el aeropuerto. "Ha sido interesante tener el volcán activo, pero ciertamente esperamos que no cause ningún daño más a las personas de Bali", ha añadido.
Las autoridades indonesias están pidiendo a las personas que vivan en un radio de diez kilométros con respecto a la cumbre del volcán que se desplacen a los centros de emergencia, pero muchas de ellas no quieren dejar sus hogares y su ganado desatendido.
43.000 PERSONAS DESPLAZADAS.
Por el momento, se estima que 43.000 personas se han desplazado hasta los refugios habilitados y que otras 100.000 aún se encuentran en las zonas de riesgo.
La última erupción del volcán se produjo en 1963 y supuso la muerte de más de 1.000 personas y la desaparición de muchas aldeas. Los expertos no pueden asegurar todavía si esta erupción será mayor que la de entonces, si bien han alertado de su peligro potencial.
De enero a septiembre, Bali recibió 4,5 millones de turistas extranjeros, casi la mitad de los 10,5 millones de llegadas a Indonesia. Los chinos han superado a los australianos como principales visitantes de Bali, lo que representa alrededor de un cuarto de las llegadas a la isla.
Las pérdidas en los ingresos podrían ser de más de 650 millones de dólares (548 millones de euros) desde que el nivel de advertencia del volcán se elevó por primera vez en septiembre, de acuerdo con el ministro de Turismo de Indonesia, Arif Yahya.