- Según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea
- Un aumento en línea con la espiral alcista que describe el precio del crudo
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El precio medio del litro de gasóleo y de gasolina ha cerrado el mes de enero con un encarecimiento del 2,3% y del 1,7% respectivamente según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).
Concretamente, el precio del gasoil dio un breve respiro al registrar el primer descenso (-0,17%) en lo que va de 2018 para situarse en los 1,163 euros el litro. A pesar de este descenso, se sigue manteniendo en unos niveles que no se veían desde julio del 2015. Por su parte, el precio medio del litro de gasolina ha registrado esta semana una ligera subida (+0,16) para conseguir escalar hasta los 1,256 euros, es decir, su nivel máximo en lo que va de 2018.
El nivel de los precios de los combustibles viene marcado por la espiral alcista que describe el precio del crudo, impulsado en el inicio de año por las tensiones políticas en Irán y que lo ha llevado a superar los 70 dólares por barril en este primer mes de 2018. De esta manera, el barril de crudo Brent (que sirve como referencia en Europa), cotizaba este jueves a 69,36 dólares mientras que el Texas americano se intercambia a 65,17 dólares.
España sigue vendiendo la gasolina más barata que la media de la UE y la zona euro
Con los precios actuales, llenar un depósito de 55 litros de gasóleo supone para el consumidor algo menos de 64 euros, es decir, unos 10 céntimos de euro menos que hace una semana. En el caso de la gasolina, el llenado de un depósito de 55 litros tiene un coste de 69,3 euros, lo que se traduce en 5 céntimos más que la pasada semana.
PRECIOS EN LA UE
Actualmente, en España la gasolina es más barata que en la media de la UE y la zona euro, en el que el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,390 euros y 1,426 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,286 euros en la media de la UE y 1,284 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.
