Vogel defiende la aportación económica de los cruceros lejos de la 'turismofobia' y se muestra a favor de una ecotasa para minimizar el impacto de su actividad
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Las navieras no se han visto afectadas por el proceso independentista catalán, en tanto que no han registrado un número inusual de cancelaciones y las escalas han transcurrido con normalidad, pero lo que sí ha afectado es al número de catalanes que optan por realizar cruceros.
Así lo ha afirmado hoy el presidente y consejero delegado de Pullmantur, Richard J. Vogel, en un encuentro en Madrid. Desde la filial española de Royal Caribbean consideran que el 'procés' se debe a varios factores, entre ellos cuestiones políticas, que no han afectado negativamente al negocio de los cruceros.
Sin embargo, Vogel se muestra cauto y señala que "todavía hay que ver como se desarrollan los acontecimientos en el medio plazo".
Vogel confía en que España se sitúe como el cuarto mercado emisor de cruceristas del mundo en 2017, a pesar de este descenso de los cruceristas catalanes. "Hay que esperar un tiempo para analizar como ha afectado la coyuntura política catalana a los cruceros", ha insistido.
LOS CRUCEROS DEJAN DINERO A LAS CIUDADES.
El CEO de Pullmantur se ha mostrado sorprendido ante la pregunta de los medios sobre el impacto de los cruceros en la 'turismofobia' en ciudades como Barcelona.
"No entiendo por qué la gente piensa que los cruceristas no aportan económicamente y que las navieras solo traen turistas que lo único que hacen es llenar las calles", ha dicho Vogel, que asegura que los cruceros que atracan en los puertos aportan "una gran cantidad de beneficios indirectos a las ciudades".
Vogel se ha referido al número de puestos de trabajo que se crean en los puertos para acoger a los grandes cruceros, el gasto de los turistas que bajan de los barcos a visitar las ciudades y las tasas portuarias que pagan las navieras.
"Los cruceristas dejan dinero en las ciudades comprando, visitando museos o pagando transporte", ha señalado Vogel, negando que esto pueda contribuir a la 'turismofobia'.
Además, el CEO de Pullmantur cree que el descontento social por la masificación de turistas viene dado por las plataformas de alquiler como Airbnb, a la que, sin embargo, no ve como competencia del mercado de cruceros. "Se trata de alojamientos muy baratos que no compiten en el mismo sector que los cruceros", apunta.
A FAVOR DE UNA ECOTASA.
Debido al impacto medioambiental de los cruceros y el compromiso de Pullmantur por la sostenibilidad, Vogel ha asegurado que "estaría encantado de pagar una ecotasa".
El directivo de la naviera se refiere a un impuesto para mitigar la contaminación derivada del negocio de los cruceros, e invita a las demás navieras a querer sumarse a ello.
"Antes los puertos querían más y más cruceros que llevasen turistas, pero ahora se están dando cuenta del impacto medioambiental y social que esto puede suponer si no se controla", concluyó Vogel.