- José Moreno Carretero asegura que no pide que Manrique sea relevado como presidente
- Demetrio Carceller eleva su participación al 16,1% en plena pugna de poder en el grupo
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Los dos primeros accionistas de Sacyr, Demetrio Carceller y José Moreno Carretero, han comenzado a tomar posiciones tras desatar la pugna por el reparto de poder en el consejo de administración de la compañía que se venía gestando desde hace un año.
Moreno Carretero solicitará a la junta de Sacyr del próximo 7 de junio que nombre un consejero delegado "joven y profesional" para separar los cargos de presidente y primer ejecutivo que actualmente concentra Manuel Manrique, quien el próximo año cumple 65 años.
De su lado, Carceller ha emprendido su anunciada compra de acciones de Sacyr con el fin de elevar al 20% su participación en la constructora y contrarrestar así a Moreno Carretero en las votaciones de dicha junta.
Los dos socios han empezado así a actuar después de que la víspera evidenciaran la 'batalla' que se libra en el consejo de Sacyr. Este jueves Moreno Carretero solicitó incluir varios puntos al orden del día de la junta, entre los que además de pedir separar la figura del presidente y el consejero delegado reclama otras medidas para "implementar un profundo y necesario cambio en cuanto a buen gobierno y transparencia" en el grupo.
Ante el envío de este complemento a la junta, Carceller anunció su intención de alcanzar el referido 20% y frenar a Moreno Carretero, y este mismo viernes, ya ha realizado una primera compra de títulos representativos del 3,68% de Sacyr y ha elevado su posición de primer accionista hasta el 16,1%.
Por su parte, Moreno Carretero ha respondido emitiendo un comunicado en el que asegura contar con un 14,24% del capital de Sacyr, frente a la participación del 5% que le reconoce la empresa por considerar que ostenta el porcentaje restante de forma indirecta, a través de derivados y otros instrumentos financieros.
La pugna por el poder en el consejo de Sacyr tiene su origen justo hace un año
UN AÑO DE GESTACIÓN
La pugna por el poder en el consejo de Sacyr tiene su origen justo hace un año, cuando este empresario pidió tener un segundo puesto en el consejo de administración.
La compañía, tras un año de "reflexión", reestructuró finalmente el consejo el pasado mes de abril, si bien no dio un segundo sillón a Moreno Carretero.
Sacyr acometió los cambios ajustando a la baja la representación de otros tres accionistas. El presidente, Carceller y el expresidente José Manuel Loureda cedieron un puesto cada uno que se cubrieron con tres nuevos vocales independientes.
Tras estos cambios, y después de que Moreno Carretero votara en contra del informe de remuneraciones del consejo de Sacyr, el empresario reclama ahora someter a la junta cambios en la empresa mediante la modificación de media docena de artículos de sus estatutos.
Además de nombrar un nuevo consejero delegado, pide más transparencia en las remuneraciones, que se incluyan las que Manrique y Loureda cobran como consejeros de Repsol, que se adopten cláusulas de reembolso y la obligación de comunicar las relaciones contractuales entre los consejeros y la empresa.
"Nuestras propuestas no están hechas contra nadie, sino que se plantean en interés de todos los accionistas y parar generar valor"
En el caso de la petición de separar el cargo de presidente y primer ejecutivo, se da la circunstancia de choca con uno de los puntos ya incluidos por la empresa en el orden del día de la junta, el de la supresión del límite de edad de 65 años para ser primer ejecutivo con el fin de que Manrique pueda seguir en el cargo cuando llegue a esa edad el próximo año.
"Nuestras propuestas no están hechas contra nadie, sino que se plantean en interés de todos los accionistas y parar generar valor", argumenta Moreno Carretero en su comunicado.
Asimismo, asegura que no pide el relevo de Manrique como presidente, al que "reconoce" el "saneamiento realizado en Sacyr", y argumenta que sólo "aboga" por "incorporar un consejero delegado joven y profesional".
"Así Sacyr estaría en sintonía con las grandes empresas cotizadas que evitan concentrar poderes en una sola persona, al tiempo que podría planificar el relevo generacional en la empresa", además de "impulsar su crecimiento".
Además de Carceller y Moreno Carretero, el resto de socios de referencia de Sacyr son Loureda, con una participación del 7,8%, el Grupo Fuertes, con un 6,2% y el propio presidente de la compañía, con un 1,5%.
El estallido de la 'guerra de poder' en Sacyr ha tenido traducción en bolsa con la mayor subida de la jornada. Los títulos de la constructora cerraron la sesión de este viernes con una subida del 6,92%, a 2,673 euros por acción.