- Registró un beneficio neto atribuido de 8.818 millones de euros
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El grupo estadounidense de alimentación Kraft Heinz, dueño de marcas como Philadelphia, Oscar Mayer o la salsa de tomate Orlando, contabilizó un beneficio neto atribuido de 10.999 millones de dólares (8.818 millones de euros) al cierre de su ejercicio fiscal 2017, lo que supone triplicar las ganancias de un año antes, cuando se situaron en 3.632 millones de dólares (2.912 millones de euros).
Según informó la multinacional en un comunicado, las cuentas reflejan el impacto positivo de alrededor de 7.000 millones de dólares (5.612 millones de euros) derivados de la reforma tributaria promulgada a finales de diciembre de 2017 en Estados Unidos.
Las cuentas reflejan un impacto positivo de 5.612 millones de euros derivado de la reforma tributaria
La cifra de negocio neta de Kraft Heinz durante los doce meses finalizados el pasado 31 de diciembre de 2017 se situó en 26.232 millones de dólares (21.032 millones de euros), un 1% menos que los ingresos anotados en el ejercicio precedente.
Respecto a las cuentas del cuarto trimestre, el grupo obtuvo un beneficio neto atribuido a los accionistas de 8.003 millones de dólares (6.416 millones de euros), lo que supone multiplicar por ocho las ganancias del mismo periodo de 2016, cuando se situaron en 944 millones de dólares (757 millones de euros). Este trimestre recoge el impacto de la ley tributaria que, por ende, afectó al año fiscal completo.
La facturación neta de Kraft Heinz entre los meses de octubre y diciembre se elevó ligeramente un 0,3%, hasta 6.877 millones de dólares (5.513 millones de euros). "Desde que se aprobó la nueva ley tributaria en EEUU hemos tomado medidas y acelerado varias iniciativas comerciales clave", aseguró el director financiero de Kraft Heinz, David Knopf.
El grupo señala en este sentido a una inversión aproximada de 300 millones de dólares (240 millones de euros) para impulsar sus capacidades, 800 millones de dólares (641 millones de euros) en gastos de capital y 1.300 millones de dólares (1.042 millones de euros) para prefinanciar los planes de jubilación.