La única actividad que le quedaba a la antigua Uralita
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Coemac ha dado un paso más en el anunciado proceso de venta de Adequa WS, la filial que canaliza su negocio de tuberías, al grupo alemán Ostendorf por un importe de 11,1 millones de euros, según informó el grupo de materiales de construcción.
El consejo de administración de la firma alemana ha dado 'luz verde' a la operación con la que la antigua Uralita, que sigue controlada por la familia Serratosa, se desprende del único negocio que le quedaba.
La transacción, anunciada a finales del pasado mes de mayo, queda ahora pendiente de que la propia Coemac la apruebe en la junta general de accionistas que tiene convocada para este jueves, 27 de junio.
En virtud del acuerdo alcanzado en mayo, el grupo comprador alemán pagará la compra en cuatro plazos de entre 2 y 5 millones de euros, hasta 2021.
Coemac ya vendió a finales de 2017 toda la participación del 59,3% que tenía en el fabricante de yesos Pladur al grupo industrial belga Etex.
Esta operación constituyó la segunda ocasión en que Coemac cedía un negocio o el control de un negocio en el marco de una refinanciación, tras traspasar precisamente la actividad de Uralita a comienzos de 2015.
Tras esta venta de Pladur, Coemac centró su actividad en la fabricación de tuberías y accesorios de PVC a través de su filial Adequa. Esta filial que ahora también vende cuenta con tres fábricas de tuberías situadas en Alovera (Guadalajara), Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y Antequera (Málaga).
En su informe anual de 2018, Coemac ya avanzó que había recibido ofertas no vinculantes de inversores interesados en comprar este negocio con los que se encontraba en conversaciones "tendentes a una posible desinversión".
En este mismo informe, Deloitte, como firma auditora de la compañía señala como incertidumbre de la empresa el hecho de que cerrara el ejercicio 2018 con pérdidas de 15,6 millones y un patrimonio negativo de 2,73 millones, y a que aún está afectada por "procedimientos de reclamaciones relacionadas con antiguos procesos de producción abandonados hace décadas".
"Estos hechos, junto con la reducción de la dimensión del grupo en los últimos años, constituyen factores que podrían condicionar la capacidad del grupo para hacer gente a sus obligaciones y generan dudas sobre la capacidad para continuar como empresa en funcionamiento", indica el auditor.