MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
La compra de pan en España se redujo un 2% el año anterior, cayendo hasta mínimos históricos, con un precio medio de 2,40 euros el kilo, lo que también supone una ligera caída del 0,2% respecto al 2017, según el informe del consumo alimentario en España en 2018.
Estos retrocesos han hecho que el valor del mercado del pan disminuya un 2,2%. Las categorías del pan se dividen en pan fresco integral, normal y sin sal; y pan industrial fresco y seco. El pan fresco normal es el más consumido por los españoles con un 23,89% del consumo total; y el pan fresco sin sal el menos consumido con un 0,01% del consumo.
Los hogares dedican a la compra del pan el 5,09% de su gasto en alimentación y bebidas para el hogar, lo que supone un gasto medio por persona y año de 76,38 euros, un 2,2% menos que en 2017. El consumo per cápita de pan en 2018 fue de 31,87 kilos por persona al año, lo que se traduce en una bajada del 2%, según el informe.
Al margen de los resultados negativos, el consumo per cápita del pan industrial se incrementa tanto en la categoría de fresco (+1,5%) como en la de seco (+2,3%).
El principal canal de compra es el supermercado, donde se compra el 38,9% de los kilos, muy seguido de la tienda tradicional, en la que se adquiere un 36%, a pesar de una contracción del 5,8% del volumen. Las tiendas de descuento suponen el 12,8% del volumen, incrementándolo en un 6,7%.
El precio más asequible para comprar pan fue en las tiendas de descuento, en las que el kilo de pan costó 2,12 euros, un 11,3% por debajo de la media a nivel nacional. El más caro es el del hipermercado y la tienda tradicional con un precio de 2,68 euros el kilo.
Los gallegos son los que más pan consumieron el año pasado en toda la península superando la media en un 30%. Otras regiones con el consumo per cápita superior a la media son el País Vasco, Asturias, Castilla y León, Andalucía y Navarra.
NUEVO REAL DECRETO
El próximo lunes, 1 de julio, entrará en vigor el real decreto por el que se aprueba la nueva norma de calidad para el pan, que incluye una reducción del IVA al 4% para panes integrales y de otros cereales diferentes al trigo.
Con la aplicación de este decreto, "se establece una fiscalidad positiva y se garantiza que los ciudadanos adquieran productos de calidad perfectamente caracterizados y etiquetados", explica el Ministerio.
La nueva norma contempla requisitos más estrictos para considerar un pan integral, ya que se le exige que el 100% de la harina empleada sea integral, además de concretar la definición de masa madre, definir la elaboración artesana del pan, introducir una nueva definición del pan común y limitar la cantidad de sal que se puede emplear en su elaboración.
Así, la nueva definición de pan común permite que, a partir de ahora, se aplique el IVA reducido del 4% a más productos que se consideran de consumo habitual en los hogares y que ahora se gravan al 10%, como los panes integrales, los de otros cereales distintos al trigo o los elaborados con salvado.
"Esta norma llega para tratar de mejorar la información que tiene el consumidor porque el pan es un alimento fundamental en la cesta de la compra de los españoles", explicó la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el que se aprobó la medida.
De esta forma, el Gobierno defiende que la aplicación de este decreto facilita la innovación, atendiendo a las nuevas necesidades de los consumidores, mejora la información que reciben, clarificando las denominaciones de venta y garantizando un alto nivel de calidad de los productos, mejora la competitividad del sector y asegura la competencia entre industrias, estableciendo las mismas condiciones a todos los productores.