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En el marco del preacuerdo alcanzado para el nuevo convenio colectivo hasta 2026

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

Telefónica y los sindicatos han alcanzado este jueves un preacuerdo para un nuevo convenio colectivo de empresas vinculadas que entrará en vigor el 1 de enero de 2024 y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2026, aunque con la posibilidad de prorrogarlo un año más, según ha informado UGT en un comunicado.

Con el preacuerdo para el convenio colectivo se encarrila también el cierre de las negociaciones de los expedientes de regulación de empleo (ERE) que Telefónica ejecutará en sus tres principales filiales en España (Telefónica de España, Móviles y Soluciones) y que afectará finalmente a 3.421 empleados, frente a los 5.124 que había propuesto la compañía en el arranque de las conversaciones.

Si bien el principio de acuerdo para el ERE se ató en torno al mediodía de este jueves, los sindicatos recalcaron que la firma de las condiciones del despido colectivo estaba ligada a la negociación del convenio, por lo que debía haber entendimiento en ambos aspectos para cerrarlos.

"Telefónica ha aceptado finalmente los postulados de UGT para dotar a la plantilla de una estabilidad laboral y social, respetando y blindando por 3 años (1 de enero del 2024 hasta 31 diciembre de 2026), con posibilidad de una prórroga para un cuarto año, las garantías ya recogidas en el anterior convenio de empresas vinculadas", ha señalado el sindicato.

De este modo, el preacuerdo para el convenio, que todavía tendrá que se refrendado junto al del ERE por cada uno de los sindicatos en el ámbito interno, incluye cuestiones como el mantenimiento de la actual cláusula de revisión salarial vinculada a la inflación, que se concreta en una propuesta de subida salarial del 1,5% al año y revisión con relación al IPC a la finalización del convenio.

También un "plus de productividad" de octubre de 300 euros con 150 euros consolidables por cada año de vigencia del convenio y el mantenimiento de los bienios y la antigüedad sin limitación.

En cuanto a la jornada laboral, la empresa ha aceptado la petición de los sindicatos de reducirla a 36 horas durante la vigencia del convenio, al tiempo que incluye seis días para "asuntos imprevistos y urgentes o de índole personal sin justificación".

Otro elemento que incluye es la jornada semanal flexible bonificada, donde se mejorará la bonificación "hasta el 30% de la reducción consecuente".

También se mantendrá la póliza dental actual y se extenderá a toda la plantilla de las tres jurídicas (Telefónica de España, Móviles y Soluciones).

"Es un gran logro conseguir la reducción de jornada, el incremento de teletrabajo, la deslocalización", ha señalado por su parte un portavoz de Sumados-Fetico a Europa Press, si bien ha advertido de que la propuesta deberá ser consensuada con el resto de la organización.

PAZ SOCIAL Y OTROS FRENTES

Con los preacuerdos para el ERE y el convenio colectivo, Telefónica se ha asegurado la "paz social" en el marco de la celebración de los festejos por los 100 años de la compañía, que se cumplirán en 2024.

En ese sentido, desde la operadora han reiterado a lo largo del proceso de negociación su intención de "diálogo" y de "colaboración" con los agentes sociales para que las conversaciones llegasen a buen puerto.

Asimismo, atar ambos procesos también supone un frente menos para la empresa presidida por José María Álvarez-Pallete, que afronta ahora a la renovación de parte de su consejo de administración --cinco vocales terminan su mandato el año que viene-- y también a la entrada de nuevos accionistas.

Por un lado, la irrupción el pasado 5 de septiembre del operador saudí STC --controlado en un 64% por el Gobierno de Arabia Saudita a través del fondo soberano PIF-- en el accionariado de la compañía todavía no está totalmente resuelta.

En concreto, la 'teleco' saudí anunció la adquisición de un 9,9% del capital social de Telefónica, un 4,9% con acciones directas y el 5% restante mediante derivados financieros.

No obstante, la normativa vigente en materia de inversión extranjera en España no permite a la compañía saudí pasar del 5% sin el beneplácito del Gobierno debido a la importancia estratégica de Telefónica, sobre todo en materia de defensa.

De este modo, no ha trascendido si STC ha comunicado o no al Gobierno sus intenciones en la compañía, como por ejemplo, si solicitará un asiento en el consejo de administración.

En este contexto, otro frente abierto para Telefónica y ligado al desembarco de STC es el que ha propiciado que el Gobierno haya ordenado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) --dependiente del Ministerio de Hacienda-- la adquisición de hasta un 10% de la operadora.

"Telefónica es una de las principales compañías del país, líder en el sector de las telecomunicaciones y clave en otros ámbitos estratégicos. La empresa es determinante por sus capacidades industriales y áreas de conocimiento, ya que desarrolla actividades relevantes para la economía y el tejido productivo, incluyendo las relacionadas con la seguridad y la defensa", resaltó esta misma semana el Ministerio de Hacienda en un comunicado.

"La presencia de un accionista público en Telefónica supondrá un refuerzo para su estabilidad accionarial y, en consecuencia, para preservar las capacidades estratégicas y de esencial importancia para los intereses nacionales", agregó la cartera que dirige María Jesús Montero.

Además, el Gobierno ha argumentado que otros países también forman parte del accionariado de sus empresas estratégicas.

"La entrada en el capital de la compañía va en línea con los países de nuestro entorno. Alemania ostenta un 13,8% del capital de Deutsche Telekom; Francia, dispone de un 13,4% en Orange; o Italia, que ha adoptado en agosto de 2023 un acuerdo para incrementar hasta el 20% su participación en la compañía que agrupa los activos de telefonía fija de Telecom Italia", ha defendido el Gobierno.

Por otro lado, Telefónica presentó el pasado 8 de noviembre su plan estratégico hasta 2026 y también tendrá que lidiar con el nuevo escenario en el sector español de las 'telecos'.

En ese sentido, se prevé que el año que viene se aprobará definitivamente la fusión de Orange y MásMóvil, que creará un nuevo líder por clientes en el sector, al tiempo que Digi se reforzará tras el acuerdo alcanzado con ambas compañías para hacerse con los 'remedies' de la operación y por los que adquirirá 60 megahercios de espectro radioeléctrico y una opción de acuerdo mayorista en condiciones ventajosas.

A ello se suma también la compra del negocio de Vodafone en España por parte del fondo británico Zegona por 5.000 millones de euros, un movimiento que, según fuentes del mercado consultadas por Europa Press, se completará a finales del primer trimestre de 2024.

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