MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

La subasta de interrumpibilidad para el primer semestre de 2019 se ha saldado con la adjudicación de los 1.000 megavatios (MW) que se ponían en juego para los grandes consumidores de electricidad por un importe total de 4,38 millones de euros, después de que el precio medio de asignación haya sufrido un recorte del 90% frente a la última subasta realizada.

En concreto, en la subasta, en la que han participado un total de 118 empresas, se han adjudicado un total de 200 bloques de 5 MW para el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2020, a un precio medio de 8.764 euros/MW y año.

Este precio medio supone un recorte del 90% con respecto a los 81.220 euros/MW y año a los que se asignaron los 2.340 MW de la anterior subasta de interrumpibilidad, la correspondiente al segundo semestre de este año.

El precio de salida fijado por el Ministerio para la Transición Ecológica para esta subasta era de 125.000 euros/MW y año para cada bloque de 5 MW. El proceso se articula mediante un sistema de subastas competitivas a la baja en las que el precio de salida se ha ido reduciendo en tramos de 1.000 euros hasta que solo queda un pujador para cada bloque de producto.

Así, se confirma el 'hachazo' casi definitivo al servicio de interrumpibilidad, que en los últimos años ha visto como se ha ido mermando ejercicio tras ejercicio su asignación.

IMPORTANTES RECORTES EN LAS ÚLTIMAS SUBASTAS.

En la última subasta celebrada a finales de junio se adjudicaron 2.340 MW a los grandes consumidores de electricidad por un importe de 95 millones de euros, lo que representaba ya un importante recorte con respecto a las realizadas en los ejercicios anteriores.

Sumando los 101,15 millones de euros destinados a la interrumpibilidad en el primer semestre del año, el importe de 2019 ascendía a un total de 196,15 millones de euros. Esta cifra representó un nuevo significativo recorte, unido al del año pasado, que dejó la cifra recibida por la gran industria en 2018 en poco más de 300 millones de euros, respecto a los más de 350 millones de euros que los grandes consumidores de electricidad percibieron por este concepto en 2017, y menos de la mitad de los más de 500 millones de euros que recibían en años anteriores.

El servicio de interrumpibilidad es una herramienta de la que dispone el operador del sistema para asegurar en todo momento un suministro eléctrico nacional de calidad.

Con este mecanismo, los grandes consumidores de electricidad (industrias) se comprometen a reducir su consumo eléctrico cuando el sistema eléctrico lo requiere, siendo retribuidos por ello. La activación, que responde a criterios técnicos o económicos, la realiza REE.

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