MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
España y Francia llevaron a cabo ayer con éxito el vuelo experimental de un dron militar francés pilotado por control remoto en el mismo espacio aéreo en el que vuelan aviones comerciales, según ha anunciado Enaire.
La aeronave dron denominada MQ-9 Reaper despegó con indicativo FAF7802, a las 12.30 hora local de la Base Aérea militar en Cognac, al norte de Burdeos, y bajo control de controladores aéreos franceses del Centro de Control de DSNA en Burdeos, cruzó los Pirineos transfiriendo su control al Centro de Control de Enaire en Madrid hacia Navarra, sobrevolando el área de las Bárdenas Reales y, posteriormente Zaragoza.
Desde Madrid, controladores aéreos civiles y militares controlaron el vuelo y dieron separaciones reglamentarias del dron respecto del resto del tráfico aéreo que sobrevolaba en su proximidad.
El dron Reaper continuó su vuelo, ascendiendo hasta el nivel de vuelo 230, unos 7 km de altitud, hasta el espacio aéreo bajo la responsabilidad del Centro de Control de Enaire en Barcelona, que tomó el control del dron y controladores civiles y militares de la ECAO Barcelona continuaron la maniobra de seguimiento y separación.
Después lo transfirieron al Centro de Control de DSNA en Marsella que lo guió de nuevo hasta el campo de vuelo de origen, vía el Golfo de León. Finalmente, el vuelo fue transferido de vuelta a Burdeos hacia la Base Aérea de Cognac, donde aterrizó a las 16:00 hora local.
IMPULSO DEL SECTOR DE LOS DRONES
Según Enaire, este ejercicio es un ejemplo del compromiso de los proveedores de navegación aéreo, Enaire y DSNA, así como el resto de autoridades de España y Francia, para impulsar el sector de los drones y el desarrollo de la normativa europea adaptada a las necesidades de futuros usuarios de RPAS de tipo civil y militar certificados.
El vuelo se había preparado de forma "exhaustiva y detallada" durante meses antes, teniendo en cuenta cualquier situación inesperada que pudiera surgir en ruta ya sea por causas meteorológicas u otras causas. Siguió su plan de vuelo y superó con éxito todos los estudios de seguridad y viabilidad elaborados por la Agencia Europea de Defensa.
Este dron recibió servicio de control aéreo al igual que un avión, lo que "permitió su separación de otras aeronaves garantizando la convivencia e integración de este tipo de aeronaves con el tráfico aéreo convencional". La máxima altitud alcanzada en espacio aéreo español fueron siete kilómetros, es decir un nivel de vuelo 230.