ROMA, 19 (EUROPA PRESS)
La petrolera italiana Eni cerró 2020 con unas pérdidas netas atribuidas de 8.563 millones de euros, frente a las ganancias de 148 millones observadas en 2019, como consecuencia directa de la abultada caída de los precios del crudo durante el año pasado, según ha informado este viernes la compañía al publicar sus cuentas anuales.
"En un año como ningún otro en la historia de la industria energética, Eni ha demostrado la robustez y flexibilidad de su modelo de negocio al reaccionar rápida y efectivamente al contexto extraordinario de la crisis mientras progresaba en el camino irreversible para la transición energética", ha subrayado el consejero delegado de la firma, Claudio Descalzi.
Los ingresos de la firma entre enero y diciembre se situaron en 44.947 millones de euros, un 37% menos. Por segmentos de negocio, la facturación de la división de refino, comercialización y químicos se contrajo un 40%, hasta 25.340 millones de euros, mientras que el área de exploración y producción descendió un 42%, hasta 13.590 millones de euros.
La cifra de negocios del segmento de energía y renovables descendió un 11%, hasta 7.536 millones de euros, mientras que el negocio gasístico global facturó 7.051 millones, un 40% menos.
Durante el año, la firma contabilizó compras de crudo y servicios por valor de 33.539 millones de euros, un 34% menos, mientras que los gastos salariales se situaron en 2.863 millones, un 4,5% menos. El impacto del deterioro de los activos fue de 3.200 millones de euros, mientras que la depreciación y amortización se situó en 7.304 millones.
Entre octubre y diciembre, Eni se anotó unas pérdidas netas atribuidas de 725 millones de euros, por lo que redujo sus 'números rojos' en un 61,7%, tras un descenso de la facturación el cuarto trimestre del 27,5%, hasta 11.937 millones de euros.
Ante estos resultados, la empresa ha confirmado que mantiene sus planes de proponer a la junta general de accionistas el pago de un dividendo de 0,36 euros por acción.