MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El precio del gasóleo y de la gasolina ha encadenado su tercer descenso consecutivo, tras abaratarse más de un 1,6% en la última semana, según datos del Boletín Petrolero de la UE recogidos por Europa Press.
En concreto, el precio medio del litro de gasóleo ha bajado esta semana un 1,64%, para situarse en los 1,199 euros, un nivel que no se veía desde mediados de febrero y se aleja así de los máximos anuales de finales de mayo.
En el caso del precio medio del litro de gasolina, se ha abaratado hasta los 1,306 euros, tras un descenso del 1,43% respecto a los 1,325 euros de hace una semana, situándose en niveles mínimos desde abril.
Ambos carburantes, que entraron a principios de año en una tendencia alcista tras la espiral a la baja que registraron en la recta final del pasado año, vuelven así a contener sus precios de la mano del descenso en las últimas semanas en el precio del crudo.
Con este nivel de precios, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 71,83 euros, unos 7 euros más que a principios de año, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 65,94 euros, unos 4 euros más que al inicio de 2019.
EL BARRIL DE CRUDO.
Este descenso registrado esta semana en los precios de los carburantes viene acompañado de la caída en las últimas semanas en el precio del petróleo.
Así, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves a 63,29 dólares, mientras que el Texas americano se intercambiaba a 55,25 dólares.
MÁS BARATA EN ESPAÑA QUE EN LA MEDIA DE LA UE Y LA ZONA EURO.
La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,444 euros y 1,489 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,326 euros en la UE y 1,319 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.