El Gobierno estudia proyectos con la UE, pero pone condiciones: compatibilidad con el hidrógeno verde y financiación europea
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El PP defenderá el próximo martes en el Pleno del Congreso la reactivación del gasoducto Midcat con Francia, forzando una votación que servirá para medir los apoyos de la Cámara a este proyecto, 'resucitado' a partir de la crisis energética desencadenada con la invasión rusa de Ucrania.
Se trata de una proposición no de ley dirigida a acelerar este proyecto y el resto de infraestructuras gasísticas, como la regasificadora de El Musel (Gijón), para la que piden intensificar los trabajos dirigidos a su puesta en funcionamiento.
Con esta iniciativa, el PP llama al Gobierno a aumentar la capacidad de aprovisionamiento, almacenamiento, regasificación y transporte del sistema gasístico, con especial atención a las interconexiones con los países vecinos --Francia, Portugal, Marruecos y Argelia--.
RELANZAR EL MIDCAT Y ACORTAR LOS PLAZOS DE EJECUCIÓN
Asimismo, reclaman relanzar con carácter urgente y con simplificación de trámites el proyecto STEP-Midcat, promoviendo las modificaciones normativas nacionales y, en su caso, europeas, para acortar los plazos de ejecución y puesta en marcha del proyecto.
En su propuesta, los 'populares' elevan el sistema gasístico español como "solución" a la crisis energética y a la dependencia del gas ruso, por lo que piden "corregir los errores" que, a su juicio, se han producido por la "obsesión ideológica y animadversión" al gas por parte de la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La primera fuerza de la oposición destaca en su exposición de motivos cómo el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desautorizado públicamente a su vicepresidenta al respaldar una "aceleración y fortalecimiento de las interconexiones", lo que consideran en el PP una "clara alusión al proyecto" STEP-Midcat.
LA UE LO DEJÓ FUERA
Preguntado por este proyecto, el Gobierno ha venido recordando que este proyecto gasístico ha quedado fuera de las infraestructuras estratégicas a financiar por parte de la Unión Europea por el rechazo de los reguladores español y francés en relación a un análisis coste-beneficio.
Un argumento repetido por el Ejecutivo en una respuesta registrada recientemente en el Congreso a diputados del PP que preguntaban la posible reactivación de este gasoducto. En ella, el Gobierno reconocía que estudiaba junto con las autoridades europeas y el resto de socios la viabilidad de impulsar nuevas interconexiones gasíticas pero ponía una serie de condiciones para apostar por ellas.
Concretamente, la viabilidad futura de esta infraestructura y el acuerdo comunitario para rentabilizarla más allá de la actual crisis energética, su compatibilidad con el transporte de gases de origen renovable, incluido el hidrógeno verde y su financiación europea para que no sean ni el consumidor ni el contribuyente español el que sufrague la interconexión.