MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

El consumo de productos energéticos por parte de los hogares como consumidores finales se redujo un 11,7% en 2020 con respecto al año anterior, hasta los 16,439 millones de terajulios (TJ), según los datos de la 'Cuenta de los Flujos Físicos de la Energía' del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los flujos físicos de la energía tienen su origen en el medio ambiente (recursos energéticos naturales), en la producción y la importación (productos energéticos) y en el consumo y la acumulación de residuos energéticos.

Atendiendo a su origen, los recursos naturales energéticos extraídos del medio ambiente alcanzaron los 1,407 millones de terajulios en 2020, un 2,5% más que en 2019.

De estos, los recursos energéticos renovables (eólicos, solares e hidráulicos y biomasa) ascendieron a 775.300 terajulios, y los no renovables a 632.600 terajulios (combustibles fósiles y nucleares).

Por su parte, la oferta de productos energéticos ascendió a 10,297 millones de terajulios, un 13,6% menos que el año anterior. De esta cifra, 5,665 millones de terajulios correspondieron a la producción interior y 4,632 millones de terajulios a las importaciones.

Por último, los residuos energéticos producidos, en su mayor parte calor disipado en los procesos de combustión, se redujeron un 11,2%, hasta los 4,733 millones de terajulios.

En lo que respecta a la producción interior de productos energéticos, supuso el 55% del total de la oferta de este tipo de flujo físico, un 11% menos que en 2019. Por su parte, las importaciones representaron el 45%, con una disminución del 16,5%.

LAS MAYORES PRODUCCIONES FUERON EL COQUE Y PRODUCTOS DE REFINO.

Por tipo de producto energético, las mayores producciones correspondieron al coque y productos de refino del petróleo, con el 63,3% del total, a la Energía eléctrica y calor (19,1%) y a los productos de la industria extractiva (11,2%).

Mientras, los productos energéticos con mayor peso en las importaciones fueron los productos de la industria extractiva, con el 78,1% del total, y los de coque y productos del refino de petróleo (19,3%). Por su parte, las importaciones con menor peso fueron las de energía eléctrica y calor (1,4%) y los biocombustibles (1,2%).

Por su parte, las ramas de actividad de la economía usaron el 55,5% del total de la oferta energética en 2020, con una disminución del 11,1% respecto al año anterior. Asimismo, los hogares como consumidores finales de productos energéticos, consumieron el 7,3% del total, con un descenso del 11,2%. Las exportaciones, que representaron el 9,5% del total, se redujeron un 8,4%.

Finalmente, el medio ambiente recibió el 27,0% del total de los flujos físicos de la energía, en su mayor parte pérdidas de energía (calor disipado) debido a los distintos procesos productivos y a las actividades de consumo final. Estos flujos físicos de energía cuyo destino fue el medioambiente, disminuyeron un 12,3% respecto a 2019.

Del total de la energía usada por las ramas de actividad, el 62,9% se destinó a la Industria extractiva y manufacturera, el 23,3% al sector de la Energía, Agua y Residuos, el 9,9% a Servicios y Construcción y el 3,9% a Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca.

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