MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha informado de que el departamento que dirige ha enviado al Congreso un informe en el que detalla que renunciarán a las sanciones contra la empresa de Nord Stream 2 y su consejero delegado, el alemán Matthias Warnig, por razones de "interés nacional".

A pesar de esta renuncia a medidas punitivas, la posición de Estados Unidos sobre el polémico gasoducto sigue siendo "inquebrantable", ha incidido Blinken, por lo que seguirán "oponiéndose a la finalización" del proyecto.

Aunque finalmente ni Warnig ni la empresa serán sancionadas, sí lo serán otras entidades implicadas en su construcción, en concreto cuatro barcos involucrados en la construcción, tres compañías que proveen embarcaciones al proyecto y una oficina federal rusa, el Servicio de Rescate Marítimo.

En el informe presentado ante el Congreso estadounidense, el Departamento de Estado confirma que tanto la empresa como Warnig --al que consideran muy cercano a Moscú-- participaron a sabiendas en actividades sancionables, aunque renuncia a imponer sanciones por "motivos de seguridad nacional", informa 'The Wall Street Journal'.

"Las acciones de hoy demuestran el compromiso de la Administración con la seguridad energética en Europa, en consonancia con el compromiso del presidente de reconstruir las relaciones con nuestros aliados y socios en Europa", ha señalado Blinken en un comunicado.

Y aunque no estén de acuerdo con el proyecto, "nuestras alianzas siguen siendo sólidas y nuestra posición está en línea con nuestro compromiso de fortalecer nuestras relaciones transatlánticas como una cuestión de seguridad nacional", ha subrayado el secretario de Estado en referencia a Europa.

Entre las causas para adoptar esta decisión está que el proyecto está acabado al 95 por ciento, y que para frenarlo, Estados Unidos debería sancionar directamente a Alemania, ya que el gas llegará desde Rusia a Berlín, y esta era un decisión que Blinken no estaba dispuesto a tomar, ya que se trata de uno de los mayores aliados de Washington.

El proyecto Nord Stream 2 pretende poner en marcha un gasoducto que transportaría hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural por año desde Rusia a Alemania, pasando por las aguas territoriales o las zonas económicas exclusivas de Dinamarca, Finlandia, Alemania, Rusia y Suecia.

Desde el inicio, Estados Unidos se ha opuesto al proyecto, argumentando que supondría una mayor influencia de Moscú en Europa, mientras que los defensores el proyecto acusan a Washington de estar preocupado por perder ventas en Europa de gas y por eso abanderar una oposición tan ferviente. Varios países europeos como Polonia, Letonia y Lituania también se oponen al Nord Stream 2.

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