WASHINGTON, 9 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha planteado la posibilidad de aplicar aranceles adicionales a una lista de más de 300 productos de la Unión Europea como represalia por las presuntas ayudas públicas que los Veintiocho prestan al constructor aeronáutico europeo Airbus y que representan un impacto negativo anual de 11.000 millones de dólares (9.765 millones de euros), según las estimaciones de la oficina del Representante de Comercio de EEUU (USTR).
"USTR estima en 11.000 millones de dólares anuales el perjuicio al comercio de los subsidios de la UE", indicó la Oficina, señalando que esta cifra, respecto de la que discrepan las autoridades comunitarias, está sujeta al arbitraje de la Organización Mundial del Comercio, cuyo dictamen se espera para este verano.
El presidente del país norteamericano, Donald Trump, ha asegurado en su cuenta de la red social Twitter que la UE "ha aprovechado la ventaja comercial con Estados Unidos durante muchos años", por lo que ha avisado que planea imponer los aranceles sobre 11.000 millones de dólares propuestos por la Oficina. Asimismo, ha subrayado que esa supuesta "ventaja" comercial "pronto parará", una vez imponga esos gravámenes.
El listado incluye 315 categorías de productos con origen en la UE de forma preliminar y no será definitivo hasta que el árbitro de la OMC presente su informe sobre el valor de las contramedidas, tras lo que USTR anunciará la lista final de productos afectados por la subida de aranceles adecuada al efecto adverso que haya sido determinado.
La lista preliminar publicada por la Administración estadounidense incluye un apartado específico para los helicópteros, aeronaves de transporte y componentes de fuselaje para la aviación civil cuyo fabricados por Francia, Alemania, España o Reino Unido, países especialmente señalados por EEUU en su disputa sobre las ayudas públicas a Airbus.
Entre el resto de productos de la UE que podrían verse afectados por la subida de aranceles aparecen distintas variedades de queso, como Roquefort, Cheddar y Gruyere, así como frutas como las mandarinas y los limones, además del aceite de oliva virgen y las aceitunas, así como ropa o artículos de cerámica o cristal.
"Este caso ha estado en litigio durante 14 años y ha llegado el momento de actuar. La Administración se está preparando para responder inmediatamente en cuanto la OMC determine el importe de las contramedidas de EEUU", declaró Robert Lighthizer, responsable de USTR.
En este sentido, Lighthizer expresó la voluntad de EEUU de alcanzar un acuerdo con la UE para acabar con todas las ayudas públicas que no cumplen las exigencias de la OMC, subrayando que "una vez que la UE retire estos perjudiciales subsidios, EEUU levantará los aranceles adicionales".
"Tras muchos años tratando sin éxito de convencer a la UE y a cuatro de sus miembros (España, Francia, Reino Unido y Alemania) para que pusieran fin a los subsidios a Airbus, EEUU denunció estas ayudas ante la OMC en 2004", explicó la USTR.
UNA LARGA DISPUTA
En 2015, la OMC constituyó unos comités para investigar las ayudas públicas concedidas a los fabricantes aeronáuticos Airbus y Boeing por parte de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, respectivamente, en el marco del proceso abierto ante el organismo multilateral, en la mayor disputa en su historia, sobre la guerra comercial aeronáutica que libran los dos gigantes de la aviación comercial.
La OMC determinó en 2011 que la UE había proporcionado ayudas públicas por valor de 18.000 millones de dólares (15.970 millones de euros) entre 1968 y 2006, tras lo que la UE retiró algunos subsidios "menores", pero mantuvo sin cambios la mayor parte.
En mayo de 2018 un informe determinó que las ayudas de la UE a Airbus habían provocado una caída significativa de las ventas a Boeing, así como la pérdida de cuota de mercado de la estadounidense en la UE, Australia, China, Cora del Sur, Singapur y Emiratos Árabes Unidos.
En otro informe, la OMC falló en marzo de este año a favor de Airbus, en la larga disputa que enfrenta al consorcio europeo con su rival Boeing, al concluir que Estados Unidos ha mantenido los subsidios al fabricante estadounidense contrarios a la normativa internacional, pese a que en 2012 el organismo internacional ya determinó que distorsionaron el mercado dañando las ventas del consorcio europeo.