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Archivo - Campo de trigo Víctor Fernández - Europa Press - Archivo

MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación fomenta prácticas agrarias que contribuyen a la captación y almacenamiento de carbono, como los ecorregímenes incluidos en la nueva Política Agraria Común (PAC) o la normativa sobre nutrición sostenible de los suelos, entre otras iniciativas.

Así lo ha manifestado la directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Elena Busutil, en la jornada 'La agricultura como sumidero de carbono: situación actual y perspectivas de futuro', organizada por el Instituto de la Ingeniería de España, la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos y la Fundación Foro Agrario.

Busutil ha destacado el "papel esencial" que tiene la agricultura, no solo como garante de la seguridad alimentaria, sino también para la mejora del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, en particular por su actuación como sumidero de carbono.

Así, ha destacado la importancia de la salud y estado de los suelos agrícolas. La implantación y puesta en práctica de sistemas de manejo de los suelos que incrementen su capacidad de sumidero permitirá al sector agrícola contribuir a la mitigación de los impactos del cambio climático y a la sostenibilidad de los ecosistemas agrarios.

De esta forma, el plan estratégico de la Política Agraria Común (PAC) contempla intervenciones que contribuyen a este fin como es el caso de los ecorregímenes, que incluyen prácticas basadas en la agricultura de conservación, como la siembra directa o el establecimiento de cubiertas vegetales -prácticas con rotaciones de especies mejorantes o, en el caso de la ganadería, el pastoreo extensivo-.

Además, entre las prácticas que mejoran la capacidad productiva de los suelos y su contenido en carbono, hay que destacar la labor de la fertilización.

El Departamento que lidera Luis Planas aprobó un real decreto en 2022 por el que se establecen normas para la nutrición sostenible de los suelos agrarios. Esta norma prevé una concepción global de la fertilización, cuyo objetivo último es conseguir un adecuado equilibrio entre la mejora de la productividad y el manejo de los suelos agrarios como 'suelos vivos'.

Otro aspecto es la importancia que tienen los pastos como sumideros de carbono. En España la superficie de pastos representa más del 26% de la superficie total nacional, con un total de 13 millones de hectáreas y, precisamente, una buena gestión de los pastos es de gran importancia para incrementar las existencias de carbono en suelos.

Además, el acceso a la tecnología, la formación y el asesoramiento en la adaptación de las mejores prácticas al contexto de los distintos tipos de explotaciones agropecuarias, son esenciales para conseguir un manejo sostenible de los suelos que garantice la producción de alimentos al tiempo que actúa en favor de los objetivos climáticos.

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