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Ebro Foods registró un beneficio neto de 74,5 millones de euros durante los primeros seis meses del presente ejercicio, lo que supone una caída del 2,5% respecto al obtenido en el mismo período de 2018, mientras que la cifra de negocio creció un 7,6%, hasta los 1.356,8 millones de euros, impulsada por el buen comportamiento de las marcas, según ha informado este viernes el grupo en un comunicado.
Según los datos conocidos, entre enero y junio el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 6% hasta los 159,4 millones de euros, una vez finalizada la adecuación de las tarifas a la inflación de costes experimentada en 2018.
La compañía ha precisado que las cifras anunciadas, tanto ventas como Ebitda, no incluyen la contribución de Alimentation Santé en el primer semestre de 2019, cuyo resultado se recoge como actividad discontinuada.
Asimismo, la deuda neta se eleva hasta 832 millones de euros, 127 millones más que a cierre del ejercicio 2018, principalmente por la aplicación de la NIIF 16, que modifica la contabilización de los contratos de arrendamiento obligando a la firma a capitalizar 80,7 millones.
Esta cifra recoge también la contabilización de los 'Puts' que tiene la compañía con los minoritarios de algunos negocios, que ascienden a 160 millones, y el pago del dividendo de octubre que asciende a 29,2 millones. Todavía no han sido descontados de la misma los 57,5 millones que Ebro ingresará por la venta de Alimentation Santé.
"Cerramos un primer semestre en el que el Grupo ha desarrollado una intensa actividad empresarial, reforzando su liderazgo y posicionamiento competitivo gracias a la fortaleza de nuestras marcas, y obteniendo unos satisfactorios resultados consolidados", ha resaltado la firma.
En el marco de su plan estratégico para los años 2019-2021, Ebro ha anunciado la venta del negocio Bio, dada la dificultad de alcanzar una posición relevante en este mercado, concentrando sus recursos y esfuerzos en el impulso de los negocios 'premium', fresco y 'convenience'.
