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Duro Felguera ha presentado sus resultados hasta el 31 de julio de este año. La compañía ha ganado 150,2 millones de euros frente a las pérdidas de 11,6 millones de euros del año anterior. La ingeniería asturiana ha resaltado que en el último mes se ha producido una ampliación de capital que ha permitido la entrada de efectivo, por lo que apunta a un cambio de tendencia “significativo”.
Según ha señalado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la conclusión de los procesos de aumento de capital y restructuración de la deuda financiera en julio ha permitido a Duro Felguera lograr un reequilibrio de su situación patrimonial y el regreso a una posición positiva en tesorería.
La compañía, asimismo, logró en julio reducir de forma significativa la evolución negativa del ebitda respecto al primer semestre de 2018. Si bien durante el mes de julio éste fue negativo en 4,3 millones de euros, se aprecia una tendencia de mejora respecto al valor medio mensual de 8 millones de euros negativos alcanzados durante el primer semestre. “Se trata de un significativo cambio de tendencia que se confirma en el tercer trimestre del año”, asegura la compañía en su informe de resultados.
El último balance de situación financiera de la compañía, cerrado al 31 de julio y auditado por EY, la situación patrimonial en el séptimo mes de año respecto a diciembre de 2017, pasó de un saldo negativo de 151 millones de euros a un balance positivo de 121 millones.
Esta doble operación de ampliación y refinanciación ha llevado, además, “a una mejora de la liquidez y del fondo de maniobra” de Duro Felguera, permitiendo la reducción en el nivel de deuda financiera en más de 230 millones de euros y una mejora en la posición de tesorería que alcanza un importe de 157,3 millones a cierre de Julio 2018.
El pasado 27 de julio, Duro Felguera procedió a una ampliación de capital por importe total de 125,7 millones de euros, y que ese mismo mes, y una vez cumplidas en su totalidad las cláusulas suspensivas, entró en vigor el acuerdo de refinanciación, que afectó a 318 millones de euros de deuda y que supuso la cancelación de pasivo por 233 millones, la conversión de pasivo remanente en préstamos sindicados a cinco años por otros 85 millones, la extensión de avales existentes y el establecimiento de una nueva línea de avales por un total de hasta 100 millones de euros.
La situación de ingresos y contratación en los primeros siete meses del año se ha visto lastrada por la falta de un balance saneado, los problemas de liquidez experimentados por la compañía y la restricción en la disponibilidad de avales. Todo ello ha provocado una ralentización de la actividad de la compañía en los últimos meses que se comenzará a revertir tras la formalización de la ampliación, la mejora del balance y el avance de los planes de acción de reactivación comercial y mejora de rentabilidad que se están lanzando.
En esta línea, la contratación en julio fue aún reducida, alcanzando la cifra acumulada de 53 millones de euros durante los primeros siete meses del año, lo que supone una reducción significativa respecto al mismo periodo del año anterior. No obstante, a cierre de julio de 2018 la cartera de proyectos alcanzó los 922,9 millones, cifra ligeramente inferior a los 953,6 millones correspondientes al 30 de junio de 2018. Por su parte las ventas ascendieron a 255,5 millones de euros.
