Un salto de fe. LetterOne lanza un mensaje claro a la banca acreedora de DIA: somos el socio en quien confiar para hacer que la compañía crezca de forma sólida. Su intención, cuando puedan sentarse a hablar con los bancos, es que se aplace toda la deuda de la cadena de supermercados hasta 2023. Si no aceptan esa petición, Fridman no cubrirá la ampliación de capital de 500 millones con la que pretende reflotar la empresa.
Necesitan estos cinco años para lograr resultados con el plan de transformación que han propuesto. Están dispuestos a invertir lo necesario en DIA, pero marcan una línea clara: no habrá ampliación de capital ni concederán préstamos a la compañía sin acuerdo con la banca. “Cualquier inyección de capital en DIA depende de un acuerdo con los bancos”, indica a este medio Stephan DuCharme, socio director de L1 Retail, división de comercio minorista de LetterOne.
El director de L1 expone de forma clara que no han pedido, ni pedirán, una quita de la deuda financiera. "No es necesario para implementar el plan de transformación a cinco años que hemos propuesto", añade, pero se necesita tiempo para sacar adelante los planes que tienen en mente y que podrían llevar a la apertura de entre 500 y 1.000 tiendas en España en la próxima década.
Su propuesta a la banca acreedora también está definida: que mantenga la deuda existente comprometida y restaure las líneas de confirming/factoring adicionales hasta marzo de 2023; que provea una liberación de los covenants a favor de DIA; y que incluya fees y tipos de interés en términos no más gravosos que los existentes en otras financiaciones a empresas con un nivel de endeudamiento comparable.
DISPUESTOS A UN PRÉSTAMO SUBORDINADO
El compromiso de LetterOne con DIA está claro, sostiene DuCharme. Como muestra exponen que pese a "las pérdidas de casi 700 millones por errores de gobernanza", han mantenido su posición y han decidido apostar más para volver a hacerla crecer. De hecho, no muestran preocupación ante la causa de disolución en que se encuentra DIA ya que consideran que hay suficientes soluciones a su alcance para evitar la quiebra de la compañía.
La primera, corre de su cuenta: están dispuestos a inyectar hasta 500 millones de euros en forma de préstamo subordinado si fuera necesario al día siguiente de cerrar con éxito la opa voluntaria. Este préstamo se repagaría a través de la ampliación de capital de 500 millones que tienen previsto realizar, pero la condición de esta inyección de dinero es también que la banca acreedora acepte aplazar los vencimientos a 2023.
Pero, además, LetterOne indica que el hecho de que DIA tenga patrimonio negativo se debe a una cuestión contable, no de efectivo o liquidez, por lo que no sería necesario declarar insolvente la empresa. L1 ha hecho llegar al Consejo de DIA las opciones que tiene a su alcance para revertir el patrimonio neto tras pedir a asesores legales y contables que evaluaran la situación, detallan desde LetterOne.
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Si fuera por LetterOne, empezarían hoy mismo a hablar con los bancos, pero ven más factible esperar a que pase la junta de accionistas -convocada para el 20 de marzo-, y ver cómo se resuelve el enfrentamiento con el Consejo de Administración de DIA.
En la cita, los accionistas tendrán que elegir entre la ampliación de capital de 500 millones que propone LetterOne o los planes del equipo que lidera Borja de la Cierva, que contemplan una ampliación de capital de 600 millones que se destinará al pago de deuda (200 millones), de los bonistas (200 millones) y al crecimiento de la compañía (100 millones).
Ambas partes han aprovechado los últimos días para lanzarse acusaciones y sembrar dudas sobre sus respectivos planes. Al ataque del Consejo, que afirmaba hace unos días que el plan de Fridman podría llevar a DIA a la disolución, LetterOne respondió acusando al equipo de De la Cierva de tratar de engañar a los accionistas. Desde L1, DuCharme asegura que no hay tal guerra o, al menos, que no es algo personal. Son solo negocios.
Si la opa tiene éxito, el fondo de Fridman se hará con al menos un 64% de la compañía y tendrá el control del Consejo. Confían en que los bancos sepan apreciar su experiencia en el sector minorista y confíen en su capacidad para volver a crear valor en DIA, ofreciéndose como la alternativa a un equipo directivo que ha mostrado abiertamente sus errores al frente de la compañía, sostienen.
A dos semanas de la junta, LetterOne se afana en lograr el máximo apoyo para su ampliación de capital. Aunque no ha querido dar por sentado un porcentaje concreto, DuCharme considera que las conversaciones mantenidas con inversores en las últimas semanas han ido bien. Los analistas también ven más probable que Fridman logre el apoyo suficiente en la junta o, al menos, que se bloquee la ampliación propuesta por el Consejo ya que a su 29% se suma el 9% de minoritarios que ya se han posicionado en contra.
Por el momento, el fondo del magnate ruso sigue esperando a que la CNMV admita a trámite su opa y a que la UE le de el visto bueno en materia de competencia. A la espera de conocer más detalles sobre la oferta de LetterOne, las acciones de DIA se alejan cada vez más del precio de la opa. Este miércoles cerraron con una caída de 5,64%, hasta los 0,52 euros por acción, casi un 23% por debajo del precio ofrecido por LetterOne.