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Walt Disney tiene nuevo presidente. El Consejo de Administración de la mayor compañía mundial de entretenimiento ha nombrado a Mark Parker, actual presidente ejecutivo de Nike, quien sucederá a Susan Arnold. Ésta no se presentará a la reelección, de conformidad con el límite de mandato de 15 años, según la política de permanencia en el Consejo de Disney.
"Mark Parker es un líder increíblemente respetado que, durante siete años como consejero de Disney, ha ayudado a la compañía a navegar de manera efectiva a través de una época de cambios sin precedentes", ha explicado Susan Arnold.
"Durante sus cuatro décadas en Nike, Mark ha liderado una de las marcas de consumo más reconocidas del mundo a través de varias evoluciones del mercado y una exitosa transición de consejero delegado, y está en una posición única para presidir el Consejo de Disney durante este período de transformación", ha añadido la presidenta saliente.
Parker tendrá que lidiar con el inversor activista Nelson Peltz, después de que Disney haya rechazado su entrada en el Consejo. El objetivo de Peltz, que gestiona el fondo Trian Partners y cuenta con una participación valorada en unos 900 millones de dólares, es acudir directamente a la Junta de Accionistas para obtener un puesto en el Consejo.
Trian Partners ha criticado abiertamente la estrategia de Disney y ha pedido que el actual consejero delegado, Bob Iger, que ha tenido que volver a dirigir Disney tras la pobre gestión de Bob Chapek, su relevo como CEO, sea relevado en un plazo de dos años, cuando acaba su mandato.
Todo esto hace presagiar una lucha de poder entre la actual directiva de la compañía y Nelson Peltz, que ya batalló duramente con Procter & Gamble y finalmente logró entrar en su Consejo de Administración.
Por su parte, Mark Parker ha señalado que una de sus prioridades será buscar un relevo adecuado para Bob Iger, un proceso que "ya ha empezado".
En relación a la petición de Peltz de entrar en el Consejo, Disney ha señalado que ha "mantenido contactos" con él en los últimos tiempos, pero que "no respalda" su entrada en el máximo órgano directivo, por lo que ha pedido a los accionistas que voten en contra de su incorporación.
