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CaixaBank (+3%) ha sido uno de los mejores valores del Ibex35 este lunes. La entidad financiera celebra en el parqué su acuerdo para recomprar el 51% de Servihabitat por 176,5 millones de euros. Una operación aplaudida por los analistas de Deutsche Bank, que reiteran su apuesta por el banco español recomendando 'comprar' sus acciones y manteniendo su precio objetivo: 5 euros.
Los analistas de la firma alemana apuntan que, de esta forma, CaixaBank "recupera el control de sus activos inmobiliarios, lo que debería permitirle una mayor flexibilidad". Además, afirman que "creemos que deberían ser capaces de explorar alternativas adicionales para reducir su stock de activos no productivos".
Los analistas de la firma alemana aseguran que el banco español "recupera así el control de sus activos inmobiliarios y una mayor flexibilidad"
Con todo, desde Deutsche aseveran que la operación tendrá un impacto negativo de 200 millones de euros en la cuenta de resultados de CaixaBank, pero "esperamos que el banco lo compense parcialmente con ganancias comerciales adicionales procedentes de la amortización anticipada".
CaixaBank estimó precisamente el viernes, tras anunciar al cierre del mercado la recompra de Servihabitat, que la operación conllevaría un impacto negativo de aproximadamente 15 puntos básicos (0,15%) en la ratio de capital de nivel 1 ordinario (CET1 fully loaded) y de aproximadamente 200 millones de euros en la cuenta de resultados de 2018. Sin embargo, añadió que en los próximos años se espera que genere un impacto positivo en la cuenta de resultados de aproximadamente 45 millones de euros anuales.
CaixaBank ha destacado que la operación está sujeta a la aprobación de las autoridades de competencia. La entidad vendió en 2013 el 51% de Servihabitat al fondo TPG, quedándose con una participación del 49%.
CaixaBank calculó entonces unas plusvalías de 255 millones de euros, para un acuerdo que suponía que la sociedad mixta con TPG gestionaría en exclusiva los activos inmobiliarios del grupo La Caixa durante diez años, aunque el banco ha optado por retomar el control tras cinco años.