Samsung Electronics, el mayor fabricante mundial de 'smartphones', memorias y televisores, obtuvo un beneficio neto de unos 8.403 millones de euros en el segundo trimestre del año, cifra que representa un retroceso del 0,09% respecto del mismo periodo de 2017 y que el fabricante surcoreano ha atribuido en parte a las ventas "por debajo de lo esperado" del modelo Galaxy S9.
Entre abril y junio, las ventas de Samsung alcanzaron los 44.497 millones de euros, un 4,1% menos que en el mismo periodo de 2017, mientras que el resultado operativo de la compañía aumentó un 5,7%, hasta 11.318 millones de euros.
No obstante, el margen sobre el resultado bruto de explotación (Ebitda) del fabricante surcoreano se incrementó en el segundo trimestre al 36% desde el 31% de un año antes.
En el segundo trimestre, las ventas de Samsung en el segmento de televisores y pantallas alcanzaron los 7.916 millones de euros, un 3,7% menos, mientras que el negocio de teléfonos móviles sufrió una caída del 21,6% en sus ingresos, hasta 17.255 millones de euros.
"La demanda de 'smartphones' y tabletas creció ligeramente de forma trimestral", indicó la compañía, señalando que el descenso de los ingresos del negocio de telefonía se explica por los mayores gastos de marketing y unas ventas "por debajo de lo esperado del Galaxy S9".
Por otro lado, la facturación en el segmento de memorias experimentó un fuerte crecimiento del 32,7%, hasta 18,50 billones de wones (14.081 millones de euros).
