Daimler ha anunciado que vuelve a revisar a la baja su estimación de beneficios, lo que supone su cuarto 'profit warning' en menos de un año. La fabricante de automóviles lo achaca al aumento de provisiones por los costes de la manipulación de los vehículos diésel y los problemas con los airbag de Takata. Las acciones de la compañía han cedido un 0,6% en la sesión de este viernes.
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En concreto, hasta junio, las provisiones aumentaron en unos 1.000 millones de euros y los gastos relacionados con los problemas de los vehículos diésel subieron a 1.600 millones.
Según las cifras preliminares, los datos han sido peor de lo previsto. En el segundo trimestre, Daimler registró pérdidas antes de intereses e impuestos de 1.600 millones de euros, frente al beneficio de 2.600 millones del año anterior. La compañía pronostica ahora obtener un beneficio operativo notablemente por debajo del obtenido en 2018, que hasta ahora preveía mantenerlo.
Esta rebaja en sus previsiones es la cuarta que Daimler anuncia en menos de un año y la segunda en menos de un mes. La anterior fue en junio, cuando esperaba un beneficio operativo como en 2018. A mediados del pasado octubre también revisó a la baja sus pronósticos para 2018 por los costes de los procesos en marcha y las medidas que se van a aplicar en determinadas regiones respecto a los vehículos diésel de Mercedes-Benz.
"La decisión del Consejo de Administración en el contexto de la revisión de la cartera de productos afectará a las ganancias de la división Mercedes-Benz en el segundo trimestre 2019 en alrededor de 500 millones de euros", afirma Daimler.
