El sector bancario ha vivido un mes de marzo marcado por la inestabilidad y la incertidumbre tras la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) y los problemas de Credit Suisse. La volatilidad desatada en el mercado ha despertado el temor a una fuga de depósitos y a un endurecimiento del crédito que perjudicará, en mayor medida, a las entidades más pequeñas. Sin embargo, Fitch destaca que hay cuatro bancos medianos en España que están bien posicionados para hacer frente al debilitamiento esperado en la calidad de los activos.
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Unicaja, Abanca, Ibercaja y Kutxabank son, según la agencia de calificación, los que mejor están situados para hacer frente a un contexto de desaceleración económica gracias al aumento de su rentabilidad y a la solidez de sus depósitos, que "brindan resiliencia".
Kutxabank es el banco mejor calificado por Fitch (BBB+/Estable) debido a su sólida capitalización y su bajo perfil de riesgo.
Las calificaciones de las otras tres entidades (BBB-/Estable) son fruto de las sólidas franquicias regionales, que, para la agencia, respaldan bases de depósitos grandes y estables, indicadores de calidad de activos mejorados y de capital adecuados, con niveles de rentabilidad débiles, "pero mejorando".
"Los índices de préstamos deteriorados de los bancos son los más bajos en una década, los de capital están por encima o en línea con los objetivos a medio plazo, y los tipos de interés más altos y las sólidas franquicias de depósitos van a beneficiar a estos bancos en 2023", explican desde Fitch.
La rentabilidad mejoró sustancialmente en 2022 y la agencia calificadora espera nuevas mejoras a medida que las tasas más altas generen fuertes ingresos netos por intereses, por lo que los fundamentos de calificación de los bancos medianos españoles deberían seguir siendo resistentes en 2023.
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La calidad de los activos también mejoró en 2022, y el índice promedio de préstamos deteriorados de estos bancos se encontraba, a finales del año pasado, en un mínimo histórico del 2,1%.
No obstante, "los pagos hipotecarios más altos y las presiones inflacionistas plantean riesgos para la calidad crediticia, aunque dentro de nuestra evaluación de la calidad de los activos de los bancos", puntualizan desde Fitch.
FINANCIACIÓN ESTABLE
Los cuatro bancos tienen perfiles estables de financiación y liquidez y para la agencia de calificación muestran resistencia ante los recientes desarrollos del mercado que afectan al sector bancario.
Las carteras de valores de deuda de Abanca, Kutxabank, Unicaja e Ibercaja tienen riesgos de valoración bajos, ayudados por sus sólidas franquicias de depósito y unos de riesgos de tipos de interés bien administrados.
En cambio, el reembolso de la financiación del banco central, los requisitos mínimos más elevados de fondos propios y pasivos admisibles (MREL) relacionados con los costes de financiación y las tasas de traspaso incrementales a los depósitos de los clientes afectarán negativamente a los costes de financiación de los bancos.
Aunque desde Fitch estiman que "los perfiles de financiación de los bancos continuarán beneficiándose de bases de depósitos grandes y granulares y necesidades limitadas de financiación comercial, ya que el crecimiento de los préstamos será moderado".
En este sentido, la agencia califica los perfiles comerciales de los cuatro bancos con 'bbb' como reflejo de sus sólidas franquicias regionales y con una participación de mercado de más del 20% de los préstamos y depósitos en sus territorios de origen.
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"Los modelos de negocio de los bancos se centran en gran medida en los préstamos minoristas. Los perfiles de negocio de Kutxabank e Ibercaja están más diversificados que los de sus pares debido a sus mayores negocios de gestión de patrimonios y seguros. Esto da como resultado una mayor contribución de los ingresos por comisiones a los ingresos operativos, una característica que ha respaldado sus ganancias con tipos de interés bajos", señalan desde Fitch.
Asimismo, las estrategias de los cuatro bancos se mantienen consistentes con sus modelos de negocio y están centradas en mejorar la rentabilidad.
"Los objetivos de calidad de activos serán más desafiantes en el escenario actual, y las ventas de cartera en el caso de Unicaja serán importantes para cumplir su objetivo de préstamos deteriorados del 2% para finales de 2024", añaden.
RIESGO CREDITICIO
Kutxabank, Unicaja, Abanca e Ibercaja están enfocados en los préstamos hipotecarios minoristas, por lo que el riesgo crediticio es la principal fuente que puede afectar a estos bancos.
Por ello, desde Fitch prevén volúmenes de préstamos bastante estables en 2023, "ya que las amortizaciones de préstamos pueden continuar y la demanda de créditos de los hogares se debilitará dado el entorno inflacionista, el aumento de los costes de endeudamiento y un mercado inmobiliario menos dinámico".
El perfil de riesgo moderado de Kutxabank ('bbb+') se beneficia de una fuerte franquicia regional y un enfoque comercial "en préstamos hipotecarios minoristas en el País Vasco (A/Estable), una región con fundamentos económicos estructuralmente mejores que la media española", afirman en Fitch.
El perfil de riesgo de Unicaja e Ibercaja de 'bbb' evidencia una gran parte de los préstamos hipotecarios minoristas, pero también un rendimiento más débil de la calidad de los activos a lo largo del ciclo.
"Un historial más largo, incluso en períodos de condiciones económicas menos benignas, podría desencadenar una revisión al alza de la valoración", dicen desde la agencia.
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La calificación de Abanca es un escalón más baja en 'bbb-' para manifestar la postura "oportunista" del banco hacia el crecimiento inorgánico a través de adquisiciones complementarias, lo que ha ejercido cierta presión sobre el capital y ha agregado riesgos de ejecución.
"Este último ha sido bien gestionado ya que las adquisiciones han sido secuenciales y manejables en tamaño, dando tiempo al banco para absorber los impactos. Si los niveles de capital se restablecen a los niveles objetivo y se vuelven menos volátiles, la evaluación del perfil de riesgo de Abanca podría revisarse al alza", agregan.
Con respecto a los resultados de los bancos, se estima que el beneficio operativo aumentará aún más en 2023, impulsado por un fuerte crecimiento de los ingresos netos por intereses (NII), que es un impulsor de ingresos clave para las entidades, a medida que los márgenes continúan expandiéndose.
"Los beneficios de unos tipos de interés más altos compensarán con creces las presiones inflacionistas, los aumentos moderados en los cargos por deterioro de préstamos y el gravamen bancario recientemente aprobado. Es probable que las tasas de traspaso a los depósitos aumenten en el segundo semestre de 2023, pero no deberían alcanzar su nivel terminal hasta 2024", concluyen en Fitch.
