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Ence Energía y Celulosa se ha dejado un 37% en bolsa desde el pasado mes de marzo, cuando comenzó su crisis en Pontevedra. Los títulos de la compañía han cerrado este viernes de nuevo en rojo, tocando mínimos anuales de 3,67 euros, con una caída de más de un 2,3%. A pesar del esfuerzo de casas de análisis de defender su "gran potencial", los inversores no tienen claro que sea un "riesgo asumible", como dicen desde Renta 4.
La disputa judicial por la prórroga de la concesión de los terrenos donde tiene su fábrica en Pontevedra ha enturbiado el panorama de Ence en el Ibex. Su caída desde marzo la coloca como la empresa de menor capitalización, 918 millones, a un par de semanas de la próxima reunión del Comité Técnico Asesor del selectivo.
En la reunión de marzo MasMóvil se quedó a las puertas de entrar al selectivo. Los analistas veían posible que la teleco, que ha superado el umbral por capitalización para entrar al selectivo, sustituyera a Técnicas Reunidas, Indra, Viscofán o Meliá. El Comité optó por dejar el índice sin cambios, pero el desplome de Ence coloca a la compañía a tiro de revisión, opinan los expertos. La papelera, que sustituyó a DIA en el Ibex en diciembre, ha perdido un 58% de su valor bursátil desde los máximos que alcanzó el pasado octubre (8,80 euros por acción).
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En este momento, además, la capitalización de Técnicas supera los 1.200 millones y la de Meliá los 1.900 millones, pero hay que recordar que el Comité tiene en cuenta también otros factores para configurar el selectivo como la liquidez del valor y aspectos relacionados como el volumen contratado y su calidad.
NO SE RINDE EN PONTEVEDRA
La compañía ha sido clara en su mensaje al mercado: la pelea en Pontevedra será larga y, en el peor escenario, todavía quedan varios años por delante de operación, el tiempo suficiente para reforzar su otra fábrica (Navia) y que el impacto sea mínimo para el negocio.
En 2018, Ence registró un Ebitda de 291 millones, de los cuales 245 millones corresponden al negocio de la celulosa que creció un 44% en el último ejercicio. La biofábrica de Pontevedra aportó 99 millones.
Por el momento, ha congelado la inversión prevista para la planta de Pontevedra. En la hoja de ruta a 2023, fijó una inversión de 350 millones para ampliar su capacidad en 100.000 toneladas. Salvo los 50 millones comprometidos para este año, el resto de la inversión se desviará a su planta en Navia, confirma Colmenares.
De cara a este ejercicio, Ence mantiene intactas sus previsiones de beneficio y estima que la planta de Puertollano sumará 18 millones a su resultado operativo, con lo que el negocio de renovables lograría superar los 100 millones en Ebitda para 2020, de acuerdo con su plan.
