Credit Suisse se ha vuelto a fijar en la banca, pero no para bien. La entidad ha recortado los precios objetivos de Bankia (3,1 euros por acción), CaixaBank (4,3 euros) y Sabadell (1,6 euros), al tiempo que ha rebajado sus expectativas sobre las ganancias de la primera y la tercera.
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La entidad suiza no es muy optimista con el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri, cuyo precio objetivo rebaja desde los 3,6 euros a los 3,1 euros. Los títulos de Bankia han cerrado la sesión este martes por debajo de ese importe, concretamente en los 3,099 euros, tras dejarse casi un 1% en el día.
Para Credit Suisse, Bankia es la opción “menos preferida”, principalmente debido a la “relativa capacidad” del banco para mejorar sus ingresos y su rentabilidad en un contexto de bajos tipos de interés. Además, la entidad habla de la “vulnerabilidad” de Bankia frente los “potenciales vientos de cara” a los que podría enfrentarse, como el impuesto a la banca (que impactaría en el 10% de sus ganancias) y los potenciales rendimientos negativos de los bonos de Sareb (se comerían otro 5%).
No obstante, Credit Suisse también considera un “potencial viento de cara” la “incertidumbre” que rodea a la futura desinversión del Estado en la entidad y que hacen “poco probable” en el corto plazo que se produzca la “repatriación del capital”. El Frob ostenta en torno a un 61% en Bankia, una participación que, en principio, tiene el objetivo de vender antes del final de 2019.
En el lado contrario se encuentra CaixaBank, el preferido de Credit Suisse, para el que la entidad suiza prevé unas ganancias de 549 millones de euros tras un coste de 200 millones de euros por la recompra del 51% de Servihabitat. No obstante, los analistas de Credit Suisse han rebajado el precio objetivo del banco desde 4,6 euros a 4,3 euros, lo que aún le otorga un potencial de crecimiento del 15% respecto a su cierre del martes (3,73 euros).
En cuanto a Sabadell, el precio objetivo se reduce desde 1,7 euros a 1,6 euros después de que Credit Suisse haya recortado sus estimaciones de beneficio un 11% para 2018 y un 5% para 2019 y 2020 por los cargos esperados para el trimestre por los bonos de Sareb y el impacto de los problemas por la migración de TSB a la plataforma de su matriz. En todo caso, espera una “reacción positiva” por parte de la entidad a su operación de venta de préstamos dudosos (NPL).
EL IMPUESTO A LA BANCA, EL RIESGO MÁS INMEDIATO
Aunque para estas estimaciones la entidad no ha tenido en cuenta el impacto del impuesto a la banca anunciado por el Ejecutivo, considera a esta nueva figura impositiva “el riesgo más inmediato" para los bancos españoles.
El Gobierno de Pedro Sánchez tiene la intención de implantar este nuevo tributo a partir de enero de 2019, aunque de momento no ha concretado cuál será el diseño. Por el momento, según publicó Bolsamanía, está proponiendo a la banca dos ideas: aumentar el gravamen a los depósitos, pero dejando exentos los primeros 20.000 millones de euros, y que los bancos paguen el cupón de los CoCos con el beneficio resultante después de impuestos.
En todo caso, la entidad suiza estima que el impacto potencial de un nuevo gravamen a la banca podría reducir su beneficio entre un 6% y un 12%, en línea de las previsiones de otras casas, como UBS, que cifra el recorte en un 10%.