El mercado prefiere pensar que la complicada situación que atraviesa Credit Suisse pasará y que, en ningún caso, se dejará que el banco quiebre. Los analistas tienen claro que la entidad "es demasiado grande para caer" y prefieren, de momento, confiar en que el fantasma de la crisis financiera pasada no resucitará.
JP Morgan explica que, según los resultados del segundo trimestre de la entidad suiza, el capital y la liquidez de ésta son "saludables". El consejero delegado de Credit Suisse, Ulrich Koerner, ha insistido en este punto, asegurando que tiene "una sólida base de capital y posición de liquidez".
Los diferenciales de los CDS del banco, que ofrecen protección contra el impago de una empresa, se dispararon a finales de la semana pasada, indicando la preocupación de los inversores por su salud financiera. Credit Suisse arrastra problemas desde hace mucho tiempo. A sus múltiples crisis reputacionales hay que sumarles las dificultades económicas. La entidad anunció en verano un 'profit warning' en toda regla de cara al segundo trimestre por la guerra en Ucrania y el endurecimiento de la política monetaria. A finales de julio, comunicó unas pérdidas de 1.866 millones de francos suizos en el primer semestre y de 1.593 millones de francos suizos en el segundo trimestre estanco, afectado por "los factores macroeconómicos y geopolíticos". Además, se produjo la salida de su CEO, Thomas Gottstein.
COMPLICADA SITUACIÓN
Pese a que la quiebra no parece -de momento- ser la hipótesis principal del mercado, los expertos son conscientes de la difícil situación y consideran complicado que el consejero delegado logre enderezarla.
"Esperamos que las autoridades hayan aprendido del colapso de Lehman y estén dispuestas a evitar niveles similares de caos"
"Lo que probablemente ocurrirá es que, o bien se produce un milagro estas Navidades y el nuevo CEO refuerza la entidad en 100 días, como prometió, y el banco sobrevive y prospera hasta el próximo escándalo. O la entidad se convertirá en un bonito objetivo de adquisición y será devorada por otro banco. O será salvada por el gobierno suizo", augura Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote Bank.
Naeem Aslam, director de análisis del bróker AvaTrade, va más allá y advierte del efecto contagio que supone esta situación para el conjunto del sector bancario. No en vano, este lunes cayeron con fuerza las principales entidades financieras del Viejo Continente. Además, se pregunta si el Banco de Inglaterra (BoE) habrá tenido en cuenta la situación de Credit Suisse cuando intervino en el mercado de bonos la semana pasada.
"El hecho de que el Banco de Inglaterra anunciara su decisión durante las horas de mercado sugiere que estaba tratando de apagar un fuego mucho mayor. Uno de los elementos que desencadenó este fuego y llevó a que el BoE hiciera tal anuncio podría ser la posible amenaza de Credit Suisse", explica Aslam. "La triste realidad es que, si hay algo malo en Credit Suisse, entonces tenemos un problema mayor, ya que se trata de una institución gigantesca, y el efecto dominó será insoportable para la mayoría de los bancos centrales, especialmente para los fondos de pensiones", alerta.
Para el experto de AvaTrade, la subida de los CDS y la actuación de los altos cargos bancarios, que este fin de semana descolgaron el teléfono para tranquilizar a sus acreedores, según ha contado 'Financial Times', recuerda mucho a lo que ocurrió en la crisis financiera de 2007 o durante la crisis de los PIGS (países periféricos, Portugal, Italia, Grecia y España). "Si la situación actual es tan grave como entonces, no cabe duda de que esta semana nos vamos a enfrentar con una bestia diferente", explica.
'Bloomberg' reconoce que los intentos de Ulrich Koerner por calmar al mercado han tenido el efecto contrario y que la nota escrita por el CEO, cuidadosamente redactada, ha conseguido asustar aún más a los inversores. Al tiempo que ha puesto en valor los niveles de capital y la liquidez del banco, Koerner ha reconocido que Credit Suisse se enfrenta a un "momento crítico", lo que ha hecho que los nervios por la incertidumbre se disparen.
"Los recuerdos de la crisis de las hipotecas subprime están resurgiendo, con los swaps de incumplimiento crediticio de los principales bancos volviendo a alcanzar los niveles de 2009. Sin embargo, esperamos que las autoridades estadounidenses hayan aprendido del colapso de Lehman Brothers y estén dispuestas a evitar niveles similares de caos", concluyen al respecto desde la firma británica SP Angel.