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Santander ha culminado la renovación de su consejo de administración. A su llegada a los mandos del banco, Ana Botín ha colocado caras nuevas en el máximo órgano de gestión de la entidad y ha dejado la puerta de salida abierta a los hombres de su padre. No obstante, la vieja guardia de Emilio Botín no desaparece del todo: su banquero de confianza, Andrea Orcel, será el consejero delegado desde 2019.
Actualmente, el consejo de administración de Santander está formado por quince miembros, de los que un tercio son mujeres y algo más de otra tercera parte son extranjeros. Juntos conforman un órgano muy diferente al que gobernaba en tiempos de Emilio Botín. En aquel momento, el consejo contaba con 17 miembros, un cuarto mujeres y una décima parte extranjeros. De aquella época solamente permanecen siete consejeros, incluida Ana Botín. Y ahora, ¿quién es quién en el consejo de Santander?
RODRIGO ECHENIQUE, CAPITÁN DE LA VIEJA GUARDIA DE DON EMILIO
Uno de los que aún se mantiene en el consejo de Santander es Rodrigo Echenique, la mano derecha de Emilio Botín. Su retirada de las funciones ejecutivas del banco, anunciada antes del verano, ha sido el desencadenante del nombramiento del nuevo consejero delegado de Santander.
Echenique era un hombre de absoluta confianza de Emilio Botín, tanto que el expresidente de Santander le nombró albacea de su testamento. A esta tarea tan delicada se sumó la labor de formar a Ana Botín para sucederle. Echenique tuvo, además, el olfato para detectar el fraude de Madoff, aunque el tiempo se echó encima para frenar el daño.
El aún ejecutivo de Santander permanecerá en el consejo a pesar de que no será más vicepresidente ni presidente de Santander España. Estos cargos serán asumidos por José Antonio Álvarez, quien fuera director financiero del banco en la era previa a Ana Botín.
Echenique es el último hombre de la vieja guardia de Emilio Botín que permanece en el consejo, después de que hayan abandonado el órgano tras su muerte Fernando de Asúa, los hermanos Rodríguez Inciarte, Matías y Juan, los exministros Abel Matutes y Juan Miguel Villar Mir, que saldrá del consejo cuando termine este ejercicio. Y, por supuesto, su delfín, Javier Marín, al que su hija fulminó solo dos meses después de llegar al timón del banco.
También formaba parte del equipo más cercano a Emilio Ignacio Benjumea Cabeza de la Vaca, que se sienta en el consejo desde 2015, pero que entró en la entidad en 1994. En el banco ha sido director general y fue uno de los directivos que desfiló por los pasillos de la Audiencia Nacional como investigado por blanqueo de capitales en una causa destapada por la lista Falciani. Benjumea fue el primero en declarar.
ÁLVAREZ, CARNEGIE-BROWN Y SOL DAURELLA, LOS PRIMEROS CAMBIOS
Los primeros cambios que acometió Ana Botín en el consejo fueron las entradas de José Antonio Álvarez, Bruce Carnegie-Brown, Carlos Fernández y Sol Daurella, que saltó a Santander desde el consejo de Sabadell. Álvarez, clave en la adquisición de Popular, forma parte de la guardia de la presidenta de Santander, pero su origen está en la era de Emilio: era su director financiero. El aún consejero delegado solamente lo será durante cuatro años tras el ascenso que le ha concedido Ana Botín.
Bruce Carnegie-Brown, Sol Daurella y Carlos Fernández fueron nombrados meses después de que Emilio falleciera. Los dos últimos cubrían las vacantes dejadas por Fernando de Asúa y Abel Matutes y aportaban al consejo de Ana Botín diversidad de género y geográfica. A Carnegie-Brown Botín se lo trajo de Santander UK y entró en el consejo por la puerta grande, como vicepresidente primero del consejo.
GUILLERMO DE LA DEHESA, UNO DE LOS MÁS ANTIGUOS
Tras los cambios acometidos por Ana Botín, Guillermo de la Dehesa se queda como uno de los consejeros más antiguos. Su entrada en el consejo se remonta a 2002, año en el que también entró Abel Matutes, y solamente le superan en antigüedad la propia presidenta y Echenique.
Actualmente ocupa el cargo de vicepresidente tercero del consejo, pero perderá este título en 2019, una vez entren en vigor los últimos cambios en el banco. Ex secretario de Estado de Economía, el economista Guillermo de la Dehesa viene de Pastor, entidad de la que fue consejero delegado entre 1995 y 2002 y que ahora se integra en Santander tras la compra de Popular por un euro.
BELÉN ROMANA, EXPRESIDENTA DE SAREB
En 2015 entró en el consejo de Santander Belén Romana, llegada directamente de la Sareb, sociedad de la que fue presidenta ejecutiva desde su creación. Con un extenso currículum, Romaba aportaba a la mesa de Santander conocimientos técnicos, adquiridos durante más de una década no consecutiva en el Ministerio de Economía, en el Círculo de Empresarios y en el sector privado.
Además, Romana aportaba peso en la diversidad de género del consejo, tarea en la que la acompañan Esther Giménez y Homaira Akbari. Estas tres consejeras, junto con Sol Daurella y la propia Ana Botín, permiten al banco superar el recomendado 30% de mujeres en el consejo. Giménez, perteneciente al mundo académico, corresponde a la era de Emilio Botín, pues entró en el consejo dos años antes de su muerte.
La presencia de Akbari, sin embargo, es cosecha de Ana Botín, que buscaba con su nombramiento aportar valor al banco en su transformación digital en un momento crucial para la entidad en esta materia, 2016. Además de peso femenino en el consejo, aportaba diversidad cultural, pues Akbari procede de Irán.
Las últimas incorporaciones corresponden a Ramiro Mato y Álvaro Antonio Cardoso de Souza. Este último es originario de Portugal y ocupa el cargo de presidente no ejecutivo de la filial brasileña del banco. Mato, por su parte, anota en su currículum su paso por BNP Paribas, Argentaria, BME y la Asociación Española de Banca (AEB).
ANA Y JAVIER, LOS HEREDEROS DE EMILIO
Los otros dos consejeros son, como no podía ser de otra manera, dos de los seis hijos de Emilio Botín. A la presencia de la ahora presidenta, que se sienta en el consejo desde hace casi 30 años, se une la de su hermano Javier Botín-Sanz de Sautuola O'Shea, consejero externo desde 2004.
El hermano pequeño de Ana Botín es presidente de JB Capital Markets y de la Fundación Botín, creada por Marcelino Sanz de Sautuola, bisabuelo de Emilio Botín y a quien Cantabria siempre recordará por ser el descubridor científico de las cuevas de Altamira. Por su cargo en la fundación, Javier Botín es presidente de la sindicación de acciones de la familia en el banco.
El consejo lo completa el único no consejero, el secretario general y de este órgano, Jaime Pérez Renovales, ex subdirector de los Servicios Jurídicos de la CNMV. El vallisoletano, abogado del Estado, ha ocupado diversos cargos en Santander desde su incorporación al grupo en 2003. También ha pasado por el sector público, llegando a ser subsecretario de la Presidencia durante la primera Legislatura de Mariano Rajoy.