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La crisis del Covid-19 obligó a Inmobiliaria Colonial a renegociar los alquileres con algunos de sus inquilinos, pero el impacto económico ha sido "muy limitado", según ha señalado su consejero delegado, Pere Viñolas. En concreto, ha sufrido un recorte del 2% del total de las rentas que esperaba para 2020, aunque este porcentaje podría alcanzar un máximo del 6% en función de la evolución de la pandemia.
"Algunos de nuestros clientes se han visto obligados a soportar los efectos de esta crisis y hemos realizado una gestión individualizada en cada uno de los casos, buscando lo mejor solución a largo plazo", ha apuntado Viñolas durante la junta general de accionistas celebrada este martes de forma telemática.
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Colonial, ajena al teletrabajo: encarece un 10% sus contratos de alquiler de oficinasEl presidente de Colonial, Juan José Brugera, ha explicado que el impacto es tan limitado porque "el sector 'retail' (uno de los más afectados por la pandemia) supone una parte minoritaria, siendo grandes compañías los principales clientes del grupo". Además, ha asegurado que no han existido "evidencias significativas de impago" durante los meses de abril y mayo.
No obstante, ha reconocido que el sector inmobiliario "se verá afectada por el teletrabajo", aunque considera que el efecto tampoco será demasiado importante para Colonial debido a la clase de activos que gestiona. "Afectará a sectores de la actividad económica que están menos representados en nuestro portfolio", defendía Brugera ante los accionistas.
El presidente también ha sacado pecho por la "sólida" situación financiera que presenta la socimi. Ha recordado que cuentan con una liquidez de más de 2.000 millones de euros, una cifra que, en su opinión, "deja patente la confianza de los mercados de deuda". Con este efectivo, supera en más de cuatro veces los vencimientos de deuda previstos para 2020 y 2021.
CUENTAS DEL SEGUNDO TRIMESTRE
Respecto a las cuentas del segundo trimestre, que reflejarán los meses más duros de la pandemia, ha asegurado que estarán en línea con los resultados del primer trimestre y "convencerán sobre la bondad y resiliencia de nuestro modelo" de negocio. Sin embargo, ha insistido durante toda su comparecencia en que el impacto de la crisis del coronavirus "es incierto y de difícil predicción".
Hasta marzo, obtuvo un beneficio neto atribuible de 32 millones, lo que supuso un incremento del 39% respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, los ingresos por rentas cayeron un 1,1% interanual, hasta los 86 millones, debido a las desinversiones en activos no estratégicos.