Cimic ha llegado a un acuerdo con el consorcio JKC para cerrar un litigio en Australia que comenzó hace ya cinco años, por el cual la primera pagará a la segunda 492,5 millones de dólares australianos (340 millones de euros), según ha comunicado al mercado.
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La filial australiana de ACS, por medio de su filial UGL y junto con las estadounidenses General Electric y CH2M, comenzó en 2012 a ejecutar unos trabajos para ese consorcio en una planta de ciclo combinado en Australia, que paralizó en enero de 2017.
A raíz de esto, ambas partes se vieron abocadas a un proceso arbitral en el que las constructoras pedían 500 millones a JKC y, a su vez, este consorcio, formado por las empresas japonesas JGC y Chiyoda y la estadounidense KBR, reclamaba 1.350 millones a las primeras.
UGL contaba con una participación del 42% en el proyecto, por lo que su petición equivaldría a 210 millones y el importe que le reclamaban a 567 millones de euros. Finalmente, pagará 340 millones de euros para cerrar definitivamente el caso.
El proceso arbitral comienza este jueves, 14 de abril de 2022, e inicialmente seguirá su curso, al menos hasta que una serie de condiciones previas se cumplan, principalmente vinculadas a las obligaciones de pago acordadas.
En concreto, Cimic se ha comprometido a pagar un primer tramo este mismo mes de abril y un segundo en marzo de 2023. La compañía ya ha confirmado que cumplirá con su acuerdo y pagará 192,5 millones de dólares australianos (131 millones de euros) este mes, poniendo fin así al arbitraje.
Este desembolso no afectará a los resultados de la compañía, que ha confirmado sus previsiones para este ejercicio, en el que espera unos beneficios de entre 425 y 460 millones de dólares australianos (290 y 315 millones de euros).
OPA DE HOCHTIEF
Por otra parte, Cimic también ha comunicado al regulador australiano que Hochtief, la filial alemana de ACS, ya ha alcanzado una participación cercana al 95% de su capital, en pleno proceso de OPA, que arrancó en febrero con un porcentaje del 78%.
Por ello, ha remitido una actualización en la que deja constancia de que, una vez superado el umbral del 90% que exige la ley, se activa la venta forzosa sobre el resto del capital que todavía no controla.
En cualquier caso, los accionistas tendrán hasta el próximo 26 de abril para vender sus acciones a la alemana a un precio de 22 dólares australianos por acción, precio en el que cotiza ahora en Bolsa y que coincide con el importe que Hochtief fijó para esta operación.