El Consejo de Estado de China ha desvelado este miércoles una batería de reformas dirigidas a optimizar el entorno empresarial y acelerar la creación de un sistema económico moderno y con un desarrollo de alta calidad mediante la descentralización y la eliminación de trabas burocráticas, así como a través de la protección de la competencia y el acceso al mercado.
El nuevo reglamento, autorizado por el primer ministro Li Keqiang y que entrará en vigor el próximo 1 de enero, subraya que esta mejora del entorno de negocio en China debe cumplir con los principios de comercialización, Estado de Derecho e internacionalización y guiarse por las necesidades de las entidades del mercado.
En este sentido, China seguirá avanzando en la descentralización y la optimización de las reformas de servicios, minimizando la asignación directa de recursos gubernamentales al mercado, así como la intervención directa del Gobierno en el mercado.
Las nuevas reglas hacen hincapié en la protección de los agentes del mercado, subrayando el papel del Estado como defensor de la igualdad de derechos, la igualdad de oportunidades y garante de la igualdad de todas las formas de economía de propiedad protegidas por la ley.
Asimismo, Pekín fija un sistema de sanciones por infracciones de la propiedad intelectual, y expresa su compromiso de trabajar en la mejora del mecanismo de resolución de disputas de propiedad intelectual, además de aumentar la protección de los derechos de propiedad intelectual, uno de los principales asuntos de fricción entre EEUU y China.
Por otro lado, el Estado acelerará la construcción de una plataforma nacional integrada de servicios gubernamentales en línea y promoverá el intercambio de datos y la colaboración comercial entre regiones.
La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, el 'lobby' que defiende los intereses de las firmas europeas que operan en el gigante asiático, había expresado su preocupación por que la implementación en el país de un Sistema de Crédito Social Corporativo (SCSC), que estará completamente en vigor en 2020, "podría significar la vida o la muerte de las empresas".
El sistema de créditos sociales es parte de los profundos cambios introducidos por el Gobierno chino en el acceso al mercado del gigante asiático con el fin de garantizar que solo las empresas que demuestren ser confiables puedan operar en el país.
El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de China, la segunda mayor economía mundial, se desaceleró en el tercer trimestre del año al 6%, lo que supone el menor ritmo de expansión del gigante asiático desde 1992 y una décima por debajo de la previsión del 6,1% del consenso del mercado en medio de la guerra comercial que mantiene con Estados Unidos.
En el segundo trimestre del año, la economía china había crecido a un ritmo del 6,2% y del 6,4% en los tres primeros meses de 2019. De este modo, en los nueve primeros meses de 2019, el PIB de China alcanzó los 69,78 billones de yuanes (8,85 billones de euros), con un crecimiento medio del 6,2%.
El Gobierno chino maneja una previsión de crecimiento de entre el 6% y el 6,5% para 2019, inferior al objetivo del 6,5% establecido para el año pasado.