Las autoridades chinas han empezado a organizarse ante la posible caída de Evergrande y han solicitado a los funcionarios locales del país que se preparen ante la "tormenta" que pueda generar conecuencias económicas y sociales en todo el país.
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Evergrande se dispara: su presidente promete hacer lo posible para reanudar la producciónLas agencias gubernamentales locales y las empresas estatales actuarán en el último momento si el gigante chino no maneja sus asuntos de manera ordenada, según han contado personas relacionadas con el asunto a 'Wall Street Journal'.
Se están creando grupos de contables y expertos para analizar todas las finanzas del Evergrande en cada una de las regiones y se está hablando con promotores inmobiliarios estatales y privados locales para repartirse los proyectos de la compañía.
Otro de los puntos que preocupa es el posible estallido social. Los gobiernos locales tienen la orden de prevenir los disturbios y mitigar el efecto dominó en la economía en general. Asimismo, deberán establecer grupos de aplicación de la ley para vigilar los "indicentes masivos", un eufemismo que usan para referirse a las protestas. De esta forma se da por segura la no intervención de China para evitar la caída de la empresa.
Evergrande tiene 25 años de historia y 800 proyectos en curso en 200 ciudades de China continental, según datos de su informe anual que recoge 'Wall Street Journal'. Algunos de ellos se han paralizado por el retraso en los pagos a proveedores y contratistas. Estos últimos han protestado frente a las oficinas junto a algunos futuros propietarios.
La compañía ha llegado a esta situación después de que el Gobierno de Pekín endureciera las medidas para que las empresas del sector inmobiliario pudieran financiarse, queriendo evitar la escalada de precios a la que estaba abocada el sector. De esta forma, para acceder a diferentes instrumentos financieros primero debían reducir su deuda.
El presidente de Evergrande, Hui Ka Yan, ha afirmado que están trabajando para reanudar el trabajo y la producción. "La prioridad es ayudar a los inversores a canjear sus productos (...) instamos a los ejecutivos de la empresa a garantizar la calidad de la entrega de propiedades", ha añadido.
El gigante inmobiliario tiene por delante varios pagos de deuda a los que hacer frente. Para el primero, Hengda Real Estate Group, filial de la sociedad, dijo que iba a pagar el bono cotizado Shenzhen del 5,8% este jueves 23 de septiembre.