China ha dado una de cal y otra de arena a Apple. Por un lado, el gigante asiático ha negado que vaya a prohibir el uso de iPhone. Pero por otro, ha alegado "incidentes de seguridad" en los dispositivos de la firma de la manzana.
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"China no ha emitido leyes ni regulaciones para prohibir la compra de teléfonos de Apple o de marcas extranjeras", ha señalado Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino en su rueda de prensa diaria.
Se trata de las primeras declaraciones que las autoridades de China han realizado respecto a las informaciones que indicaban que el país asiático había decidido prohibir el uso de iPhones a agencias respaldadas por el gobierno y empresas estatales.
No obstante, el portavoz chino también ha añadido que "recientemente hemos notado una gran exposición en los medios de comunicación sobre incidentes de seguridad relacionados con los teléfonos de Apple. El gobierno chino concede gran importancia a la información y la seguridad cibernética y trata a las empresas nacionales y extranjeras como iguales".
China, que para Apple incluye tanto el continente como Hong Kong y Taiwán, representó el 19% de los 394.000 millones de dólares de ingresos de la firma de Cupertino el año pasado.
Por ello, las noticias sobre una posible prohibición pasaron factura a la tecnológica y la llevaron a perder, en tan solo dos días, casi 200.000 millones de dólares (186.888 millones de euros) de su valor de mercado.
Las preocupaciones también aumentaron debido a que el mercado temía que la compañía puediera quedar atrapada en medio de la guerra tecnológica entre EEUU y China.
Con todo, algunos analistas dudaban que este tema pudiera ir más allá, ya que "para China sería como 'pegarse un tiro en el pie' dada la importante implantación industrial de Apple y de muchos de sus principales proveedores en el país", según los expertos de Link Securities.
Además, estimaban que este tipo de medidas no hacía ningún bien al intento del Gobierno chino de recuperar el interés de los inversores extranjeros en el país. "Es más, creemos que sirven para ahuyentar a las empresas, tanto a las que ya están presentes como a las que están pensando implantarse allí".
Las palabras portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino llegan un día después de que Apple haya dado a conocer sus nuevos iPhone 15, Apple Watch y AirPods. Unos productos que han decepcionado al mercado, que duda que vayan a ser capaces de impulsar las ventas de la compañía.