La tensa situación que vive Chile desde el año pasado, con disturbios derivados de las protestas para pedir reformas sociales, no ha atemorizado a las empresas españolas. Sobre todo a las constructoras, que buscan incrementar cada vez más su presencia en el país sudamericano y han ganado varios contratos en los últimos meses.
OHL ha sido la última en reforzar su posición en la región, tras adjudicarse dos proyectos para construir instalaciones de generación de energía renovable para terceros. Estos dos contratos suman un presupuesto de 80 millones de euros.
La compañía del grupo Villar Mir tendrá que construir una planta fotovoltaica de 86 megavatios en la región chilena de Atacama para el grupo austriaco Clean Capital Energy (CCE) por 70 millones. El segundo proyecto consiste en levantar un parque eólico para la firma española Opdenergy por 10 millones. En ambos casos, también tendrá que acometer la puesta en marcha y la interconexión con el sistema eléctrico del país sudamericano.
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Hace dos semanas fue Sacyr quien compró cuatro sociedades de gestión de ciclo integral del agua en Chile. Se trató del primer proyecto de este tipo que realizó en un país, en el que ya contaba con presencia en el negocio concesional, constructor y de servicios. Con la adquisición de estas firmas, prevé alcanzar una cartera de negocio de unos 500 millones, después de haber pagado 30 millones a la firma asiática Sembcorp, según indicaron fuentes conocedoras a Europa Press.
Esta no es la única operación que ha realizado Sacyr en Chile en los últimos meses. En noviembre, ganó un contrato para realizar la ingeniería, suministro y construcción de dos parques eólicos situados en las regiones de Biobío y Antofagasta. La previsión es que ambas plantas comiencen a generar energía renovable a partir de 2021.
Ferrovial también ve a Chile como una oportunidad de negocio. En su plan estratégico para los próximos cinco años, conocido como 'Horizon 24', la compañía señaló a este país como parte de sus "principales geografías" en las que seguirá trabajando para incrementar su resultado bruto de explotación (ebitda) en un 11% cada año. También incluyo a España, Polonia, Colombia y Perú.
Esta compañía está presente en Chile desde hace más de 20 años, con proyectos como la gestión del Aeropuerto de Antofagasta o la carretera Panamericana, el eje principal de las comunicaciones del país. También adjudicó las obras del proyecto vial Rutas del Loa por 273 millones, la construcción y operación de una nueva línea de transmisión eléctrica al norte de Santiago de Chile con una inversión de 115 millones, el edificio Vicuña Mackenna 20 para la Universidad de Santiago de Chile o el tramo 2 de la Línea 6 del Metro de Santiago, entre otros proyectos.
