El temor a una recesión en Estados Unidos ha sido uno de los factores que más ha presionado a las bolsas en este inicio de semana. Con los mercados intentando volver a una situación de "normalidad", el consejero delegado de Maersk, Vincent Clerc, ha asegurado que no ve señales de crisis incipiente en la primera economía del mundo.
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"En los dos últimos años, el mercado de contenedores se ha mostrado sorprendentemente resistente a todos los temores de recesión que ha habido", ha explicado en una entrevista concedida a 'CNBC', subrayando que la demanda de contenedores suele ser un buen indicador de la fortaleza macroeconómica subyacente de una economía. Cabe señalar que el gigante del transporte marítimo se suele considerar un barómetro del comercio mundial.
Los inventarios estadounidenses, ha destacado Clerc, "son más altos que a principios de año, pero no están a un nivel preocupante o que parezca indicar una desaceleración significativa en ciernes", aunque también ha indicado que hay cierta imprevisibilidad en las cifras de las empresas que reponen existencias. Los inventarios son mercancías que se almacenan antes de su entrega o procesamiento.
"También observamos las órdenes de compra de muchos minoristas y marcas de consumo que necesitan importar a EEUU para el próximo mes de demanda, y parece que sigue siendo bastante robusta. Al menos los datos y los indicadores que tenemos parecen apuntar hacia un buen nivel de confianza en que los actuales niveles de consumo en EEUU continuarán", ha añadido.
Asimismo, Clerc ha señalado que las exportaciones chinas han sido el motor de los fuertes volúmenes de contenedores, ya que la cuota mundial con origen o destino en el gigante asiático ha aumentado.
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Esta situación contrasta con la de 2022, momento en el que la naviera danesa informó que su previsión para la economía era mucho más negativa, debido al aumento de la inflación como consecuencia de la guerra en Ucrania. Esta tendencia se invirtió de forma parcial el año pasado, a pesar de las tensiones en el Mar Rojo, lo que llevó a las empresas de transporte marítimo a desviar las rutas comerciales alrededor de la costa sur de África, alargando los tiempos de viaje y restando capacidad al sistema mundial.
En este sentido, Clerc ha informado que espera que los desvíos del Mar Rojo continuaran al menos hasta finales de año. "Eso, por supuesto, requiere más capacidad, más barcos para poder mover el comercio global por todo el mundo, y eso ha creado algunas escaseces aquí en el segundo trimestre y en el tercer trimestre con las que estamos lidiando en este momento", ha afirmado.
"A corto plazo, esto significa un mayor coste, y hemos tenido que asumir un coste significativo como resultado de esto, tanto en términos de haber necesitado más buques como de necesitar también más contenedores para hacer el trabajo que se espera de nosotros", ha agregado el CEO de Maersk.
Si la situación persistiera, Maersk experimentaría una "inflación significativa" en su base de costes que tendrá que repercutir en los clientes, por lo que las rutas de Asia a Europa o la costa este de Estados Unidos costarán entre un 20% y un 30% más. Asimismo, Clerc ha indicado que el impacto de las limitaciones de capacidad a corto plazo ha sido positivo para los márgenes de la naviera danesa.
Maersk ha vuelto a mejorar sus guías de beneficios este miércoles y ahora prevé que el EBITDA se incremente hasta un rango comprendido entre los 9.000 y los 11.000 millones de dólares. En el semestre, el beneficio ha caído un 73,9% hasta los 975 millones de dólares.
