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Pasan las semanas y la declaración de Christine Lagarde como testigo del caso Bankia sigue sin llegar. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) debe enviar su testimonio por escrito antes de que finalice el juicio por la salida a bolsa de la entidad, que se encuentra ya en su fase pericial. Así lo acordó el FMI con el tribunal, pero el organismo aún no ha recibido las preguntas a las que debe dar respuesta su máxima responsable, según explican fuentes oficiales a Bolsamanía, pese a que las acusaciones prepararon el cuestionario a finales de abril.
La declaración de Lagarde, además de aportar la visión del FMI sobre la situación de Bankia cuando salió a bolsa y entró en crisis, en 2011 y 2012, respectivamente, debe aclarar un tema clave relacionado con el Gobierno español. La directora del FMI tiene el encargo de corroborar o rebatir la versión del exministro Luis de Guindos sobre la publicación en mayo de 2012 del adelanto del demoledor informe de la institución sobre el sistema financiero español al que algunos acusados se han referido durante el juicio como el detonante de la crisis de Bankia.
El envío del cuestionario se realiza a través del magistrado de enlace de España ante Estados Unidos, que se encuentra localizado en Washington, la sede del FMI. Una vez preparadas las preguntas, es necesario traducirlas y remitirlas a través de este enlace, un proceso que aún no ha concluido.
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Guindos pidió al FMI el informe que forzó el rescate, pese a negarlo en la AudienciaDesde el organismo confirman que, por el momento, no han recibido el cuestionario, y eso que han pasado ya dos meses desde que Andrés Herzog, el abogado que representa a la acusación de la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), remitió al tribunal del caso Bankia el cuestionario dirigido a Lagarde.
LO ACORDÓ CON EL TRIBUNAL
La responsable de la máxima institución monetaria rechazó declarar en persona el 8 de mayo, cuando la había citado el tribunal. Lagarde podía haber cedido su testimonio a través de una videoconferencia, como han hecho otros testigos que residen fuera de España, como el exministro Luis de Guindos o el exdirector de Relaciones con Inversores de Bankia Jorge Dajani. De hecho, el magistrado de enlace de España en Washington hizo las gestiones correspondientes para habilitar la testifical por videoconferencia.
Sin embargo, el FMI rechazó estos métodos tanto para Lagarde como para Ceyla Pazarbasioglu, directora adjunta del Departamento de Mercados Monetarios del FMI, que también había sido llamada a declarar el 8 de mayo. El organismo apeló a su “política de inmunidad” para salvar del trance a estas dos responsables, aunque mostró su “voluntad de cooperar”.
DE GUINDOS: “NADA QUE AÑADIR”
Mientras tanto, quien fuera ministro de Economía y Competitividad en el momento de la publicación del informe sigue sin aclarar su responsabilidad o no respecto a la misma. Preguntado por esta cuestión durante su intervención en un curso celebrado en Santander la pasada semana, el exministro rechazó referirse a esta cuestión. “No tengo nada que añadir a lo que dije en su momento”, respondió el ahora vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).
No obstante, quiso añadir un matiz. “Miren ustedes el último informe del sistema financiero español publicado por el FMI y me parece que también se adelantaron las conclusiones a la publicación del informe principal”, explicó De Guindos. Sin embargo, esta circunstancia no aclara si el exministro o cualquier otro miembro del Gobierno, entonces liderado por el popular Mariano Rajoy, solicitaron la publicación anticipada de las conclusiones. ¿Llegará a tiempo la declaración de Lagarde para aclarar estos hechos?