Caso Bankia: declara MAFO, el testigo al que todos apuntan como responsable

Fernández Ordóñez será el segundo de los testigos del caso que desfile por los pasillos de la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares después de que José Ignacio Goirigolzarri hiciera lo propio el pasado miércoles. Declarará como testigo y no como investigado pues, a pesar de haber tenido esa condición en algunos momentos del proceso, la perdió en el otoño de 2017, al igual que el resto de la cúpula del Banco de España imputada en un principio junto a él.

Aunque solamente declare como testigo, el exgobernador del Banco de España deberá dar cuenta de su papel en la creación del Sistema Institucional de Protección (SIP) en el que fueron integradas Caja Madrid y otras seis cajas de ahorro en 2010, cuando él llevaba cuatro años en el cargo. El expresidente de Bankia Rodrigo Rato le responsabilizó durante su declaración como acusado de ordenar la fusión de estas cajas. "No dejó muchas opciones", pues la integración era la única manera de cumplir con los requisitos de capital, según relató.

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El expresidente de Bankia explicó que Fernández Ordóñez le llamó por teléfono para citarle en su oficina junto a José Luis Olivas, en aquel momento presidente de Bancaja, para comenzar a negociar una fusión. "El Banco de España me comunicó oficialmente su opinión de que Caja Madrid y las otras seis cajas eran razonablemente viables", recordó.

En esos mismos momentos, como la fiscal del caso recordó a Rato, los inspectores de Banco de España redactaron un informe interno en el que indicaban que Bancaja se encontraba en un procedimiento de inspección del supervisor y su diagnóstico indicaba que contaba con una "escasa generación de recursos para cubrir necesidades de saneamiento e insolvencia".

El exconsejero de Caja Madrid y BFA-Bankia José Manuel Fernández Norniella coincidió al indicar que el Banco de España había sido el "inductor" del SIP.

José Luis Olivas, exvicepresidente de Bankia, por su parte, explicó durante su declatación que él se había opuesto a la fusión, pero que el Banco de España insistió. Además, acusó a la institución que gobernaba Fernández Ordóñez de obligar a BFA a cargar pérdidas contra reservas y recordó que el supervisor tenía nada menos que trece inspectores siguiendo las cajas que dieron lugar al SIP. Fernández Ordóñez deberá explicar estas circunstancias ante las preguntas del Ministerio Fiscal, de las acusaciones y de las defensas.

El socio de Deloitte responsable de la auditoría de las cuentas de 2011 de Bankia, Francisco Celma, imputado en el caso, también descargó responsabilidad sobre el Banco de España durante su turno de defensa. En su larguísima declaración, que fue un punto de inflexión en el juicio, explicó que la comisión ejecutiva del Banco de España no cuestionó en ningún informe la estructura del SIP, así como que el supervisor manifestó en marzo de 2011 y tres meses después que las provisiones que tenía Bankia eran suficientes para los dos años siguientes.

DETRÁS DE LA SALIDA A BOLSA

Otro de los asuntos en los que el testimonio de Fernández Ordóñez es esencial es en cómo se gestó la salida a bolsa de Bankia. Durante su declaración como imputado, Rato también acusó al exgobernador del Banco de España de obligar a la nueva entidad a salir a bolsa como única salida frente a una nacionalización del nuevo grupo.

“La ley daba hasta marzo de 2012 y eso que fue una negociación. Pero el Banco de España nos dijo a todos que teníamos que estar en bolsa o nos nacionalizaban", justificó en la primera sesión de su declaración, en la que, además, responsabilizó directamente a Elena Salgado, exvicepresidenta del Ejecutivo liderado por José Luis Rodríguez Zapatero, de presionar para que el debut en bolsa fuera antes del verano de 2011.

El ex consejero delegado de Bankia Francisco Verdú también descargó responsabilidades en los supervisores, entre ellos el Banco de España, en relación con las cuentas de la entidad que se incluyeron en el folleto de la salida a bolsa. Dijo que eran "las cuentas más bendecidas que ha habido nunca". "El Banco de España se pronunció con suficiencia de que la salida a Bolsa era la opción que daría más transparencia y más recorrido a la entidad", añadió sobre el papel del supervisor en el debut bursátil.

El exconsejero Fernández Norniella, por su parte, señaló que el Banco de España y, por ende, Fernández Ordóñez, defendían en todo momento que Bankia era viable. "¿Cómo puede ser que en un mes pase de ser viable a no ser viable?", se planteó durante su declaración en relación con sus últimas semanas como consejero de la entidad, de la que salió en mayo de 2012, a la vez que Rato.

Si de algo libró el expresidente de Bankia de responsabilidad al Banco de España fue del plan de saneamiento que, de acuerdo con su versión, Luis de Guindos le obligó a diseñar en mayo de 2012 y que contemplaba una inyección de unos 7.000 millones de euros por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). "Era una petición de las autoridades políticas”, defendió Rato, y no del Banco de España, que conoció el plan el 4 de mayo, cuando se presentó al mercado. El supervisor lo rechazó y se precipitaron la salida de Rato de la entidad y la entrada de Goirigolzarri.

Aunque no esté imputado en la causa penal, la declaración de Fernández Ordóñez servirá para que el exgobernador del Banco de España se defienda de estas y otras acusaciones vertidas por quienes se sientan en el banquillo de los acusados del caso Bankia. Y será clave para la Fiscalía, que ya ha manifestado que se plantea ampliar su escrito de acusación cuando hayan desfilado todos los testigos.

IMPUTADO Y DESIMPUTADO

Hace un par de años, en el marco de la instrucción del caso, la Audiencia Nacional decidió imputar a Fernández Ordóñez y a la cúpula del Banco de España durante su etapa como subgobernador, así como al ex número dos de la institución Fernando Restoy, revocando así la decisión del juez instructor, Fernando Andreu, de no investigarle. Lo mismo ocurrió con el expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Julio Segura. Esta decisión de la Audiencia Nacional afectó también a Mariano Herrera, Pedro Comín y Pedro González, todos ex altos cargos del Banco de España que se vieron obligados a dimitir de sus cargos.

Fernández Ordóñez llegó a declarar ante el juez como imputado, si bien meses después se le retiró esta condición, a pesar de los intentos de las acusaciones de que no fuera así. La Sala de lo Penal rechazó sus recursos, aunque con el voto particular en contra de una de las magistradas. El resto de los ex altos cargos del Banco de España y Segura también fueron desimputados.