Las acciones de Carlsberg han caído con fuerza, hasta un 9,32%, después de que el fabricante de refrescos Britvic anunciara que había rechazado la propuesta de adquisición de 3.110 millones de libras de la cervecera danesa. Se trata de la mayor caída de las acciones de la empresa en un solo día desde el 12 de marzo de 2020, cuando los títulos cayeron un 8,77%.
En un comunicado, la cotizada británica ha explicado que el 17 de junio había rechazado una oferta de adquisición en efectivo mejorada de Carlsberg que ofrecía 1.250 peniques por acción. El 6 de junio, la firma danesa había ofrecido 1.200 peniques por cada título de Britvic.
"El Consejo, junto con sus asesores, estudió detenidamente la segunda propuesta y concluyó que infravaloraba significativamente a Britvic, así como sus perspectivas actuales y futuras. En consecuencia, el Consejo rechazó por unanimidad la segunda propuesta", explica la compañía.
El Consejo de Administración de Britvic también ha subrayado que "sigue confiando en las perspectivas actuales y futuras" de la compañía. Asimismo, ha indicado que "reconoce sus deberes fiduciarios y considerará cualquier otra propuesta en función de sus méritos".
"No hay certeza de que se vaya a realizar una oferta en firme por la empresa, ni de los términos de dicha oferta, en caso de que se realizara", han agregado.
Carlsberg tiene ahora hasta el 19 de julio para hacer una oferta en firme o abandonar la transacción.
En el momento de plantear la oferta sobre Britvic, la cervecera danesa señaló que la transacción estaba en consonancia con la estrategia de crecimiento a largo plazo de la empresa esbozada a principios de este año.
Uno de los puntos clave de esta hoja de ruta es la expansión más allá de su cartera principal de cervezas. La cartera de productos no cerveceros de la empresa, que incluye las marcas de sidra de manzana Somersby y de gaseosa Garage, representaba apenas el 2% de sus volúmenes totales en febrero. En comparación, las cervezas Tuborg y Carlsberg representan el 15% y el 10% de las ventas, respectivamente.
Britvic es propietaria de las marcas británicas Robinsons squash y Tango soft drink, también posee los derechos exclusivos de embotellado durante 20 años en Reino Unido de las marcas carbonatadas del gigante estadounidense de la alimentación y las bebidas PepsiCo, en virtud de un acuerdo firmado en octubre de 2020. Carlsberg mantiene una relación similar con PepsiCo en Noruega, Suecia, Suiza, Camboya y Laos, aunque también es embotelladora de su rival Coca-Cola en Dinamarca y Finlandia.
VALORACIONES
Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell, opina que la postura de Carlsberg de "diversificarse para proteger su futuro" es razonable y que Britvic "parecía una buena oportunidad, potencialmente a un precio razonable". Sin embargo, el rechazo de los accionistas y de la directiva de la cotizada británica a la operación le pone en situación de "decidir hasta qué punto quiere poseer Britvic".
"Britvic, que cotizaba a sólo 15 veces sus beneficios antes de revelar la oferta, es un ejemplo clásico de una empresa que se dedicó discretamente a su trabajo. No había glamour en torno a sus productos, los inversores no le daban bombo y platillo, y se mantuvo en silencio en el mercado británico aumentando lentamente las ventas y los ingresos. A menudo, solo cuando te quitan algo lo echas de menos y los inversores podrían pensar lo mismo si Britvic fuera absorbida y dejara de cotizar en bolsa", explica Mould.
La operación tendría sentido para Carlsberg, ya que la adquisición impulsaría la posición en un sector creciente en detrimento de uno que parece que sufrirá en el futuro. "Las tendencias de consumo están evolucionando y cada vez hay más gente que huye del alcohol. El auge de las cervezas, ginebras y vinos sin alcohol ha ampliado la oferta y ha hecho que mucha gente se dé cuenta de que puede disfrutar de una noche de fiesta sin emborracharse. Además, los adultos más jóvenes no parecen tener la misma sed de alcohol que sus padres o abuelos a la misma edad", sentencia Mould.
