MásMóvil ha vivido diez días de constante intensidad. Primero presentó resultados de 2019 prometiendo dividendo a los inversores. Y sólo una jornada bursátil después develó que va a gastar 372 millones de euros en la compra de Lycamobile en España para ganar aún más peso en el segmento 'low cost'. Una noticia que derivó en una montaña rusa bursátil a lo largo de toda la semana y que tiene cara y cruz. Por un lado, va a sumar Lyca a otras marcas del mismo segmento, como Lebara y Llamayá, adquiridas en los últimos años. Por otro, ese nuevo desembolso vía deuda bancaria va a suponer que eleve su endeudamiento con las entidades financieras por encima de los 1.700 millones de euros.
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De esta forma, la compañía encabezada por Meinrad Spenger va a duplicar su deuda con los bancos desde finales de 2018. Entonces, al cierre de ese ejercicio, se quedaba en los 818 millones de euros. Al concluir 2019, su pasivo con entidades de crédito se situaba en 1.426,6 millones de euros, según desglosa en el informe anual que ha remitido a la CNMV.
MásMóvil se lanza ahora a por Lyca porque el segmento 'low cost' es el que más crecimiento ha concentrado en los últimos meses. De hecho, competidores como Orange, que también está posicionado en ese nicho de mercado con márgenes más reducidos, ha hablado abiertamente de cómo esta lucha entre operadores por los clientes que menos pagan está cambiando el mercado.
En el caso de Lyca, MásMóvil argumenta que va a tener un efecto casi inmediato en sus resultados. Se trata de un operador móvil virtual (OMV), que no tiene redes propias y que está enfocado en el segmento de prepago, con unos ingresos medios por usuario (Arpu) de siete euros. A cierre de 2019, Lyca España sumaba 1,5 millones de líneas, que se añadirán a los 8,9 millones que ya gestiona MásMovil. Y, en cuanto a cómo impactará Lyca en sus resultados, la dueña de Yoigo adelantó que prevé que se refleje en su resultado bruto de explotación (Ebitda), vía reducción de costes, en unos 75 millones de euros anuales. Este año, MásMóvil estima que alcanzará sinergias de 70 millones. Como referencia, a cierre de 2019, el Ebitda de MásMóvil fue de 522,9 millones de euros.
Un efecto positivo en resultados que, a cambio, también va a hacer despegar la deuda bancaria. La compañía, según la información que remitió al supervisor de la bolsa, asume que la cifra definitiva de la compra de Lyca dependerá de ajustes por circulante. Reconoce también que el pago se distribuirá en tres partes: 307 millones de euros al cierre de la transacción; otros 30 millones en seis meses y, 35 millones, doce meses después del cierre de la operación. En cuanto a qué entidades financian el movimiento, no las desvela y sólo apunta que la “deuda bancaria que ha sido garantizada por dos instituciones financieras internacionales”.
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De esta forma, los 372 millones previstos para comprar la filial de la empresa elevarán por encima de los 1.700 millones de euros su deuda con las entidades financieras. Antes de esta operación, a cierre de 2019, ascendía a los mencionados 1.426 millones de euros. Prácticamente, la totalidad (1.407,3) corresponden a deuda senior con diversas entidades a un interés variable y con un tipo efectivo del 2,625%, según detalla en su informe anual consolidado.
Un pasivo con vencimiento en 2026 que contrasta con las cifras comunicadas un año antes. Entonces, la deuda con entidades de crédito se situaba en los citados 818,8 millones. Y el crédito senior se quedaba en 679, con vencimiento en 2022.
Con esta nueva compra, después de las adquisiciones de Llamayá y Lebara, la compañía encabezada por Spenger se refuerza en el segmento que más crece y donde siempre ha tenido el foco. “Estamos convencidos de que dependemos más de nosotros mismos que del resto”, aseguró el CEO durante la presentación de resultados anuales. Ahora con Lycamobile, serán más independientes, pero cambiará la fotografía de su balance.