La clase empresarial catalana lleva una semana tratando de digerir el triunfo de la candidatura independentista en la Cámara de Comercio de Barcelona que ha ratificado sus resultados electorales este martes. Desde que se anunció la mayoría absoluta de la lista de la ANC y el Cercle de Negocios en el Pleno de la entidad empresarial, la noticia se ha atragantado en numerosos despachos que acabarán por perder su dominio en el centenario organismo. En concreto, las empresas del Ibex y otras grandes corporaciones observarán cómo se desarrolla una reforma en el sistema de reparto de sillas que finiquitará su 'derecho de pernada'.
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Actualmente, 14 de los 60 asientos que configuran el Pleno de la Cámara de Comercio se compran. Las empresas adquieren un asiento en la entidad a través de una aportación económica mínima de 75.000 euros anuales y entre los miembros que ocuparán su plaza hasta 2023 figuran algunas de las cotizadas catalanas: Banco de Sabadell, Caixabank, Naturgy, las tres con sede en otras regiones españolas desde la diáspora empresarial de 2017. También, Abertis, Banco Mediolanum, Criteria Caixa, Deloitte, Indra, Magma Disseny, Pricewaterhousecoopers, Promotora Kasde, RACC, Damm y Sociedad General de Aguas de Barcelona. Conjuntamente contribuyen con hasta un millón de euros del presupuesto total de la entidad que se aproxima a los 20 millones de euros anuales. En concreto, en 2018 gestionó 18,6 millones.
Una de las principales reformas que la candidatura 'Cambres: Eines de País' ('Cámaras: Herramientas de País'), liderada por el cofundador del Cercle Català de Negocis, Joan Canadell y que cuenta entre sus filas con nombres como el actor Joel Joan, el fundador de Bonpreu Joan Font y el destacado empresario vallesano Pere Barrios, afecta precisamente al mecanismo de designación de los miembros de la Cámara. De los 60 puestos totales, sólo 40 se eligen por sufragio. Como se ha explicado, 14 dependen de un desembolso económico y seis van a parar a las patronales, en concreto Foment del Treball y Pimec presentan sus candidaturas para otra votación que se celebrará el 5 de junio por la mañana.
El equipo de Canadell se ha fijado como objetivo abolir este sistema de compra de sillas que consideran "poco democrático", asegura Pere Antentas, portavoz de 'Cambres: Eines de País'. Según explica a 'Bolsamanía', el sistema actual "no representa la totalidad del tejido empresarial catalán ni a la sociedad catalana", por lo tanto trabajarán para eliminar este reparto. Uno de los objetivos de su mandato de cuatro años será lograr que, en las próximas elecciones, estas 14 sillas también se voten entre las empresas que presenten sus candidaturas.
Los nuevos inquilinos de los despachos del regio edificio de la Llotja de Mar aseguran, no obstante, que esto no es una guerra ni contra las grandes empresas ni con el Ibex, como se había considerado en un primer momento. El programa con el que ganaron los comicios especificaba que una de sus metas es desvincular la economía catalana de los "poderes fácticos centralizados", entre ellos el índice español de grandes compañías. Pero ahora enarbolan una bandera blanca y aseguran que "son empresas muy importantes a tener muy en cuenta"; de hecho, subrayan que no estar en buenas relaciones con ellas iría en contra de otra de sus máximas: "fomentar el crecimiento económico en Cataluña".
EL EMPRESARIADO, PREOCUPADO
A pesar de todo, el empresariado sigue en alerta máxima ante la entrada en la Cámara de Barcelona de una entidad como la ANC, "que perjudica seriamente a las empresas", lamenta Ramón Bosch, fundador de Societat Civil Catalana, asociación que trabaja, fundamentalmente, por repatriar las más de 3.500 empresas fugadas después del referéndum del 1 de octubre. Asimismo, critica la politización del organismo barcelonés, ya que su prestigio "ha quedado dañado".
También se vigila la influencia que los independentistas obtienen en organismos como la Cámara de España, Fira de Barcelona, el Consorcio de la Zona Franca, la Autoridad Portuaria de Barcelona, Turismo de Barcelona o la Fundación Bancaria La Caixa. Con la Cámara nacional, aclara Antentas que no habrá ruptura, como se había especulado. Tampoco propondrán cambios radicales en la presidencia de la Fira de Barcelona, por ejemplo. Sí reconoce el portavoz que presionarán para reemplazar algunos "directores de salones que están por postureo".
El portavoz de 'Cambres: Eines de País' subraya que no pretenden en ningún caso "abocar al cisma" estas entidades y explica que su poder es limitado, ya que las decisiones se suelen tomar de forma colegiada junto a otros organismos.