Una de cal y otra de arena para Airbus. Los estrategas de Bank of America (BofA) confían en las previsiones del fabricante de aviones y creen que las entregas de septiembre colocan a la empresa en una buena posición para cumplir las expectativas de 2023. En el lado opuesto se sitúan en Berenberg, cuyos analistas ven la orientación "demasiado optimista".
- 154,000€
- -2,25%
Desde BofA estiman que Airbus, que ha entregado alrededor de 55 aviones en septiembre, sitúa las entregas hasta la fecha en alrededor de 488 frente a los 437 del año pasado, lo que pone a la compañía en una buena posición para cumplir la previsión de entrega de 720 aeronaves.
"Para creer que Airbus tendrá dificultades en cumplir su objetivo de entregas para 2023, es necesario suponer que habrá un fuerte deterioro de las entregas interanual en el cuatro trimestre del año, lo que consideramos poco probable.La cadena de suministro está mejorando, la fuerza laboral es significativamente mayor y el perfil histórico de entregas de deberían respaldar las perspectivas", explican desde el banco de inversión estadounidense.
Asimismo, los expertos de BofA que, aunque han rebajado su precio objetivo hasta los 185 euros por acción, reiteran su recomendación de 'comprar' el valor, ya que ven "una fuerte expansión del margen a medio plazo respaldada por la mejora de las entregas", destacan que el enfoque de los inversores se desplazará hacia 2024.
"Para nosotros, los problemas del motor GTF (y su impacto potencial en las entregas de 2024), la combinación positiva de ingresos del A320/A321, el aumento de la contribución a los beneficios del A350 y una desaceleración de las contrataciones en 2024 (con un impacto positivo en el EBIT) serán debates clave para 2024", añaden.
No obstante, ven una expansión significativa del margen a partir de 2024, y prevén que Airbus Commercial será un negocio de mediana edad para 2025-26.
"2024 debería comenzar a allanar el camino para un período de expansión de márgenes a medio plazo impulsado por una mejor combinación de ingresos en la familia A320 (sesgada hacia el A321), el A350 se convertirá en un importante contribuyente a los beneficios y la contratación será menos un obstáculo. a medida que el ritmo de contratación disminuye", indican desde BofA.
BERENBERG VE LA ORIENTACIÓN "DEMASIADO OPTIMISTA"
En el lado opuesto se sitúan los analistas de Berenberg, que entienden que la orientación a medio plazo de Airbus es "demasiado optimista, al igual que las expectativas del consenso".
"Si bien la demanda del A320 respalda plenamente los planes de aumentar la producción a 75 para 2026, la realidad de la cadena de suministro lo hace improbable en ese periodo", opinan en la firma alemana.
En este sentido, apuntan a que los riesgos a corto plazo están aumentando para Airbus a medida que los vientos en contra de la inflación, los problemas con el motor GTF y la difícil situación de la cadena de suministro se hacen más patentes en el sector.
"La inflación continúa afectando las cláusulas de escalada de precios. Las aerolíneas siguen afrontando bien los desafíos de la recuperación y la cadena de suministro hasta el momento, pero persisten. La cartera de pedidos de casi 7.000 aviones de Airbus es sólida y proporciona una gran visibilidad. De hecho, la demanda de los clientes está impulsando objetivos de producción ambiciosos a mediano plazo, incluidos 75 por mes en el programa A320 para 2026, significativamente por encima de los niveles actuales y anteriores a la pandemia de COVID-19; sin embargo, creemos que es más probable que esta ambición se retrase debido a limitaciones de oferta o se modere a la baja", comentan.
Además, se muestran más cautelosos que el consenso respecto a las perspectivas financieras de 2024 y estiman que "las métricas de valoración sobre una base plurianual parecen más justas que baratas, pero no demasiado atractivas a corto plazo. En nuestra opinión, es probable que haya una mejor oportunidad de entrada en una perspectiva de 12 meses", concluyen.